O’higgins y Everton igualaron en el Monumental
Y siguen arriba en la tabla, aunque los celestes se fueron enojados.
Primer gol: un centro inofensivo de Bastián San Juan entra débilmente al área de Everton. La pelota es desviada por Francisco Pizarro y se va al arco de Gustavo Dalsasso, que, “congelado”, ve cómo el balón pega en un vertical y entra tímidamente. Todo esto a una velocidad lenta, casi absurda.
Segundo gol: un centro sin peligro al corazón del área de O’Higgins iba a ser interceptado por Paulo Garcés, pero la cabeza de Alejandro López la toca antes. El arquero queda pasado y la pelota llega al fondo. También a una velocidad lenta, casi absurda.
En un partido i r r egular pero con intensidad, los goles feos se llevaron el protagonismo. Fue lo más destacado del empate a un gol entre O’Higgins y Everton, que tuvo distintas recepciones en los camarines. Como contexto de t al es tantos, ambos equipos buscaron con algo de desorden desequilibrar. En el primer tiempo dominó más el elenco viñamarino, pero fueron los rancagüinos quienes contaron con las ocasiones más claras. Esto se invirtió en la segunda mitad, donde ocurrieron las anotaciones.
Pese a que los celestes quedan primeros en solitario hasta hoy, la igualdad no fue celebrada y hasta hubo molestia por el resultado. “Los errores nos cuestan demasiado. Debemos tener madurez, nos cuesta convertir y cerrar los partidos. Me siento contrariado”, declaró con autocrítica el entrenador Eduardo Berizzo, quien no olvida que casos similares privaron a O’Higgins de pelear el torneo pasado.
Al frente se lo tomaron un poco mejor. “Por como conseguimos el empate, no es tan amargo. Creo que era lo más justo porque, como se dio el partido, quizá nadie merecía perder, pero tampoco ganar”, comentó el técnico visitante Víctor Hugo Castañeda. Everton suma tres partidos sin perder y se afianza arriba, pero eso no les quita el sueño: “Es una anécdota. Me gustaría que pasara a dos fechas del final”, dijo el entrenador.