El otro rostro de los gendarmes de Valparaíso
HUMOR, sonris as , c ar c aj adas. En eso estuvieron pensando por mucho tiempo funcionarios del área de salud de la Dirección Regional de Gendarmería de Valparaíso, antes de llevar a cabo una serie de sesiones de yoga de la risa en beneficio del personal institucional. La idea era enfrentar las hostilidades del sistema.
Y se cumplió. Ximena Soto, jefa de dicha área, da cuenta de lo satisfactorio que significó implementar los talleres, donde participaron 87 funcionarios, entre civiles y uniformados.
“Esto ha tenido un impacto positivo en Gendarmería (...). Ha generado bienestar y permitió desestresarnos”, dijo la profesional.
En esta línea, indicó que “las condiciones de salud del perso- nal civil y uniformado se han vuelto más complejas”. Agregó que los problemas que presentan “son por traumatismos, problemas siquiátricos, lumbago, gastritis y lesiones menores”, y esto “ha evitado varias inasistencias”.
Condiciones laborales
Un estudio realizado por la Universidad de Valparaíso reveló que “el 65% del personal del Centro Penitenciario de Valparaíso (CPV) está disconforme con las condiciones laborales de la cárcel”.
Los funcionarios pertenecientes a la guardia armada, que se ocupa de resguardar la cárcel desde las garitas ubicadas en la periferia del territorio que abarca la penitenciaría, son los más afectados, puesto que deben someterse a turnos de cuatro horas por cuatro horas, dependiendo del relevo.
La investigación señala que “el problema radica en que estas infraestructuras no cuentan con condiciones mínimas”, a lo que se suma “la falta de acceso cercano a agua potable y a servicios higiénicos”.
El coronel Carlos Muñoz, jefe del Complejo Penitenciario de Valparaíso, indicó que en este punto “se han mejorado las con- diciones para guarecer del frío y relevos ante necesidades biológicas”. Afirmó, además, que “tenemos uniformes para zonas e x t r e mas ” p a r a p e r s o n a l d e centinela.
La falta de personal ha sido un constante problema para optimi- zar los turnos. En esta línea, aclaró que “esta región sería una de las primeras en recibir nuevo personal debido a las deficiencias de dotación”.
Nuevas terapias
Otras formas de terapias también se han agregado al trabajo que se desarrolla al interior de la institución, como, por ejemplo, la sonoterapia y las sesiones de manejo del estrés.
En San Felipe, la Dirección Regional de Gendarmería ha aplicado ambas; sin embargo, la que se ha llevado la atención de los trabajadores ha sido la sonoterapia, donde se trabaja con instrumentos musicales.
El teniente Christopher Ibáñez, de la unidad operativa, aclara que las sesiones “han servido para conocernos entre todos y pasar un rato agradable, pese a las dificultades que para muchos significa trabajar en un centro penitenciario”.