La Tercera

Cuando “La voz” murió, en 1998, Dylan fue una de las primeras celebridad­es que apareció en el funeral realizado en California.

-

presentars­e mucho más común, descuidado y hasta poco prolijo, estampa que perpetúan hasta hoy los trovadores con raíz en el folk. “O sino, vamos a terminar todos iguales al maldito Frank Sinatra”, aconsejó Morton, según el texto. Por otro lado, durante los 60, son mucho más célebres los compadrazg­os del creador de Blowin’ in the wind con otros coetáneos, como Johnny Cash o The Beatles, banda que introdujo la marihuana y con la que estableció una reciprocid­ad creativa que cambió para siempre sus respectiva­s obras.

Los primeros lazos

Pero la primera aparición de Sinatra en su trayectori­a está fechada en 1962, aunque bajo una voluntad ajena. Albert Grossman, su mánager de esos años y quizás la figura más trascenden­te de su despegue, intentó conseguir sus primeros contratos discográfi­cos bajo la estrategia de promociona­rlo como “el nuevo Sinatra”. Es muy probable que su aspecto, su ideología y, sobre todo, su timbre vocal -áspero y nasal- hayan vuelto ilógico ese anzuelo promociona­l, pero, ya en esos días, el músico escuchaba al crooner. Según apunta él mismo en su libro Crónicas, muchas veces entró a algunos clubes de folk cercados por el dogmatismo y, para amenizar alguna velada, ponía temas como Ebb Tide, de Sinatra. “Nunca dejaba de asombrarme. Cuando la cantaba Frank, su voz lo expresaba todo: la muerte, Dios y el universo. Todo”, revela en la obra, donde también se declara devoto de créditos como Neil Sedaka.

Por eso, cuando “La voz” murió, en 1998, Dylan fue una de las primeras celebridad­es que apareció en el funeral realizado en California. 24 horas después, en un show en Los Angeles, el guitarrist­a volvió a i nt e r p r e t a r Restless farewell, esa joya que alguna vez reservó para el cumpleaños del ahora fallecido cantante. “Casi nunca había interpreta­do este tema hasta el momento que Frank me lo pidió, en 1995. Hoy intentaré hacerlo de la mejor manera”, dedicó durante ese recital.

En 2006, sus tributos personales continuaro­n: en la primera emisión de Theme Time Radio Hour, el aplaudido espacio radial que condujo durante tres años, decidió programar Summer wind, composició­n que Sinatra convirtió en éxito en 1966. Un ajuste de cuentas tardío, que sólo vino con la tranquilid­ad de la adultez, entre dos institucio­nes mayores de la cultura popular.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile