DesembarcaelAlmirante
Frente a Antofagasta, el sábado, Julio Barroso debutará en el Clausura. El DT Tapia probará al zaguero para el debut en Copa Libertadores.
El sábado fue un día especial para Julio Barroso. Ese día, en que Colo Colo goleó por 4-1 a Barnechea en el Estadio Monumental, se cumplió la condena de seis fechas de suspensión para el zaguero argentino, castigado por sus cuestionamientos a la probidad del Campeonato Nacional durante el Apertura.
“Para un futbolista, no tener la posibilidad de jugar todos los fines de semana es duro”, reconoció el jugador en una entrevista para el sitio web del club albo.
Desde su castigo, la ausencia de Barroso generó un de- sequilibrio en la defensa colocolina, que durante las tres primeras fechas no logró encontrarse dentro de la cancha. La dupla Claudio Maldonado-Christian Vilches tuvo poca efectividad y fue con la llegada de Leonardo Cáceres, recién en la cuarta fecha, frente a O’Higgins, que la línea posterior del Cacique comenzó a verse más solvente.
El propio técnico, Héctor Tapia, reconoció tras la última victoria que el equipo había superado esas complejas seis fechas sin el Almirante. Como que la escuadra “cumplió un ciclo”, en palabras del estratego.
Ahora, con el retorno de Barroso, Colo Colo abre otro capítulo, en el que la Copa Libertadores asoma como objetivo complementario a la lucha por el Clausura.
El panorama, en todo caso, no es sencillo. Barroso debe retomar la cadencia de juego perdida en apenas una semana y media. “El ritmo de partido es diferente al de entrenamiento. Claramente, me tengo que acostumbrar rápido, para jugar cuando me toque, y poder estar listo para el equipo”, aseguró en la misma entrevista al sitio oficial albo.
La presencia del central argentino en el duelo de este sábado, a las 18.00 horas en Antofagasta, es casi un he- cho. Será la prueba para determinar si estará en el debut frente a Atlético Mineiro.
Barroso, en el norte, formará junto a Cáceres, para ensayar la defensa del Cacique para el próximo miércoles, frente a los brasileños, en el Monumental.
En el papel, el escenario para Tapia es óptimo, ya que también Jaime Valdés retorna a las convocatorias, recuperado del desgarro miofacial del aductor izquierdo, que lo mantuvo fuera por dos semanas.
Con contingente completo, y mostrando un ascenso futbolístico sostenido, el optimismo vuelve a las huestes albas. “Tuve suerte. En total, me llegaron cuatro balas: tres en la pierna izquierda y una en la derecha. Esa última fue la más complicada”. Así comienza el relato de Ignacio González. El tercer arquero de Colo Colo se vio involucrado, el sábado en la noche, en una balacera en una botillería de Las Condes.
El golero sufrió un edema óseo, producto de una de las balas, lesión que lo marginará por una semana y media de los entrenamientos del plantel albo.
Algo más tranquilo después de lo ocurrido, González detalla cómo ocurrieron los hechos. “Estábamos en un cumpleaños familiar, y nos faltaba bebida. Así que decidimos ir a un servicentro, pero estaba muy lleno. Por eso, fuimos hasta la botillería. Yo no me bajé del auto. Un amigo me pidió dinero, ahí me bajé. En eso, llega un tipo en un