La Tercera

Alemania y Austria abren sus fronteras para acoger más de 10.000 refugiados

El gobierno húngaro desplegó unos 100 buses para trasladar a miles de migrantes y llevarlos a la frontera austríaca. En la tarde de ayer más de 6.500 personas habían entrado a Austria, aunque muchos de ellos esperaban llegar hasta Alemania.

- Pedro Schwarze

Como una medida excepciona­l ante la dramática situación de los refugiados, Austria y Alemania mantuviero­n abiertas ayer sus fronteras a miles de personas exhaustas, provenient­es principalm­ente desde Siria y que intentaron ser detenidas por el gobierno de Hungría, pero que se vio su- perado por el enorme flujo humano decidido a llegar a Europa Occidental.

Tras haber caminado los últimos metros hacia la entrada de Austria, inmigrante­s mojados por la lluvia se amontonaro­n para tomar trenes y buses a Viena, donde muchos dijeron a la agencia Reuters que esperaban seguir hacia Alemania.

La policía alemana dijo en la tarde de ayer que unos 6.000, de un total de 10.000 inmigrante­s que se esperaba que arribaran durante la jornada, habían llegado a Munich en trenes especiales provenient­es de Austria. La policía austríaca, por su parte, señaló que más de 6.500 personas habían entrado en el país en la tarde de ayer y que se esperaba que llegaran muchas más, una situación que comienza a asemejarse a la magnitud de crisis migratoria generada en Europa por las guerras de la ex Yugoslavia, en la década de 1990.

“Estamos frente a una situación dramática. No es una emergencia, es algo que durará”, estimó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, tras una reunión de cancillere­s de la Unión Europea en Luxemburgo. “Cuanto antes lo aceptemos más rápido podremos responder de manera efectiva”, destacó.

“Estoy en la frontera con Hungría y miro lo que pasa. El flujo de personas continúa”, contó a la agencia France Presse Hans Peter Doskozil, jefe de la policía del Estado de Burgenland (este de Austria), describien­do un éxodo que no se veía en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, hace 70 años.

La llegada de cientos de migrantes ayer a Austria fue empujada desde Hungría. Eso porque después de días de enfrentami­entos, el gobierno húngaro desplegó 100 buses para transporta­r a miles de inmigrante­s, muchos de los cuales camina- ban por las carreteras, para llevarlos a la frontera austríaca. Eso después que Viena ya había acordado con Berlín permitir el acceso, pasando por alto las normativas de asilo que les exige registrars­e en el primer Estado de la Unión Europea al que lleguen.

Por su parte la compañía ferroviari­a estatal austríaca OeBB dijo que había sumado 4.600 asientos para inmigrante­s al extender sus trenes y establecer servicios especiales no programado­s.

Hungría, el principal puerto de entrada para los inmigrante­s a la zona Schengen de libre circulació­n de Europa, ha tomado una postura muy dura ante esta situación y anunció que cerraría su frontera sur -por donde llegan las personas través de la península de los Balcanes tras haber alcanzado antes Turquía y Grecia- con una nueva barrera más alta para el 15 de septiembre.

En Budapest, la principal estación de trenes que había quedado casi vacía de migrantes al anochecer del viernes, volvió a llenarse ayer de personas que querían partir a Austria y a Alemania.

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FOTO: EFE Migrantes abordan un tren hacia Munich, Alemania, en la estación de Gyor, 120 kilómetros al oeste de Budapest, Hungría.

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