“Jimmy Morales es víctima de su propia broma”
cano a la capital, pero no salió electo. En la industria cinematográfica, en cambio, tiene trayectoria: actuó en siete películas, ha sido director y productor, y estuvo al aire por más de una década en el programa de comedia Moralejas, donde participó con su hermano, por lo que es conocido por gran parte de los guatemaltecos. Morales es licenciado en administración de empresas y de medios de comunicación.
Con poco más de cuatro meses de campaña, el candidato ha ido ganando terreno en una Guatemala marcada por las protestas ciudadanas en contra del ahora ex Presidente Otto Pérez, quien renunció el jueves y ese mismo día quedó detenido luego de las denuncias que lo apuntan como líder de una red de corrupción aduanera en el caso “La Línea”.
Gracias a este escenario, Mo- rales ha logrado una inesperada arremetida. Hasta el momento su inexperiencia le ha servido para mostrarse como un “apolítico”, algo que lo ha potenciado. En su campaña televisiva su eslogan “ni corrupto, ni ladrón” acaparó simpatías, y le ha dado especial énfasis a las redes sociales; en su página de Facebook, donde tiene a más de 400 mil seguidores, responde cada uno de los comentarios. “Cuando la ciudadanía cuestiona la oferta política, un ‘nopolítico’ o outsider tiende a repuntar electoralmente”, escribió el analista Phillip Chicola en El Periódico.
Sin embargo, sus rivales dicen que en caso de ganar no tendría con quién gobernar, que no posee propuestas concretas y lo han vinculado con una línea militar conservadora, ya que el FCN fue fundado por ex militares. ¿A qué se debe esta repentina irrupción de Jimmy Morales? Es el candidato anti político en la percepción de los electores urbanos. Morales ya era conocido por un 60% del público gracias a su programa cómico. La expresión que he escuchado del público es “si se trata de votar por payasos, votemos por uno profesional”. ¿Podríamos decir que su figura nació por el “renuncia ya” al ahora ex Presidente Otto Pérez? Nació en las encuestas de abril, tras los escándalos de corrupción. La campaña de él se basa en el manejo de redes sociales. Es ahí donde invirtió dinero y tiene un buen equipo de trabajo. Pero sólo ahí. Aparte de eso no propone nada ni se asume como un accidente político. Morales se ha comparado c o n e l e x Pres i dente de EE.UU., Ronald Reagan, al ser un ex actor ¿Qué representa el candidato? La diferencia es la institucionalidad. Hemos visto a personajes como Reagan o Schwarzenegger postular y ganar, pero tienen partidos con estructuras que le dan un soporte no sólo para la campaña, sino para gobernar. Morales no tiene ni partido implantado territorialmente, ni equipo de traba- jo, ni con quien gobernar o idea de qué hacer en el caso de que gane. Está literalmente improvisando. No esperaba ganar la lotería política, quería iniciar una carrera. Muchos lo critican por ser oportunista. ¿Es realmente un candidato o sólo un fenómeno mediático? Hace cuatro años compitió por ser alcalde de Mixco. No ha estado lejos de la política y ha encontrado su propio medio de incursionar. Lo que ocurre es que no esperó pegar tan alto en la primera oportunidad. No supo leer la coyuntura política del país y es “víctima” de su propia broma. Su inexperiencia política y no tener una larga trayectoria ¿podría beneficiarlo? La crisis lo va a superar. Si gana la Presidencia no tendrá ninguna influencia en el Congreso, que presumiblemente quedará en manos de (Manuel) Baldizón, que a juzgar por su actuación, será capaz de paralizar al gobierno si no cumplen con lo que él pide. ¿Qué posibilidades reales tiene Morales? Por ahora se está acercando el sector privado tradicional. Si gobierna con ellos tendría cierta base, pero insuficiente para el manejo del Congreso y la crisis financiera del gobierno. Recibirá un gobierno en bancarrota.