A un año de Iguala, cada día desaparecen 11 personas en México
Entre 2007 y diciembre de 2014 se contabilizan más de 25.000 personas desaparecidas en el país. En el primer cuatrimestre de 2015 la cifra fue de 1.360. Se proyecta que supere los 4.000 a fin de año.
Hasta antes del 26 de septiembre de 2014, pocos mexicanos conocían de la existencia de la escuela normalista rural “Raúl Isidro Burgos”. Pero la noche de ese día, Ayotzinapa e Iguala, en el estado de Guerrero, irrumpieron en el mapa del país y del mundo, porque 43 de los jóvenes que estudiaban ahí desaparecieron, seis personas murieron y 25 resultaron heridas, supuestamente a manos de elementos de la policía municipal y del grupo criminal conocido como Guerreros Unidos.
A casi un año del primer aniversario de ese episodio, los familiares y sobrevivientes de la masacre de Iguala aún no conocen la verdad de lo sucedido y buscan que las autoridades no cierren el caso. Mientras, la Comisión Interamericana de DD.HH. acaba de prorrogar por dos meses el mandato del grupo de expertos que asesora la investigación y que hoy debería entregar su último informe.
Si bien el caso de Iguala, según el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, Luis Raúl González Pérez, permi- Extraviados o desaparecidos tió visibilizar el problema de la desaparición forzada y la existencia de fosas clandestinas, el fenómeno está lejos de mejorar. Y, lo que es peor, denuncia el ombudsman nacional, no es posible “dimensionar el fenómeno (de los desaparecidos) debido a la carencia de bases de datos confiables y actualizados”.
Pese a ello, las estadísticas más recientes del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas arrojan que entre 2007 y diciembre de 2014 (período que corresponde a los gobiernos de los presidentes Felipe Calde- Promedio de desaparecidos al día rón y Enrique Peña Nieto) las personas extraviadas o desaparecidas en todo el país totalizaban 25.230. Y entre enero y abril de este año ya han desaparecido 1.360 personas en todo México. Esto es, un promedio de 11 casos por día, o bien, una persona por casi dos horas. De mantenerse esta tendencia, 2015 podría finalizar con 4.015 desaparecidos, que en comparación con el año pasado es una reducción aproximada de 8% de los casos, según consigna el portal mexicano Animal Político.
Ante estas cifras, Ariel Du- litzky, presidente del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU, se muestra crítico frente a la respuesta del gobierno de Peña Nieto. “Lamentablemente la desidia y el abandono con el que las autoridades han tratado el tema de la desaparición forzada, incluso en casos como Ayotzinapa, no han logrado ser superadas”, señalo Dulitzky al diario Noroeste de Sinaloa.
En 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, para impulsar así mecanismos y legislaciones en cada Estado miembro para abatir el problema. Paradójicamente ese mismo año empezaron a multiplicarse los casos en México.
En abril pasado, la Cámara de Diputados mexicana aprobó por unanimidad una reforma a la Constitución para facultar al Congreso a expedir leyes generales sobre desaparición forzada y tortura. Con ello, el Congreso deberá despachar la Ley General de Desapariciones Forzadas en un período máximo de 18 meses tras su promulgación.
En ese sentido, Dulitzky reconoce el impulso que existe para la creación de una Ley General sobre Desapariciones Forzadas, pero sugiere que ésta podría ser viciada si no se toma en cuenta a los grupos de familiares de las víctimas. Además, plantea la necesidad de México para recuperar la credibilidad. “Nosotros creemos que las autoridades mexicanas tienen que seguir demostrando que verdaderamente están compenetradas con la dimensión del problema, y esto requiere muchísimas transformaciones estructurales que hasta la fecha no se han adoptado”, expresó. ¿Por qué las estadísticas sobre desaparecidos no son confiables, como ha denunciado el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México? La base de datos es un desastre porque mezcla en la “Faltan dos piezas clave: evidencia física (los restos) y una teoría medianamente coherente sobre el móvil”. “Se aprobó una nueva legislación, pero ese hecho ha tenido aún poco impacto en las prácticas de las procuradurías”. ¿Existe la posibilidad de que el caso de Iguala se cierre y no se conozca nunca la verdad? Por supuesto. Esa ha sido la intención del gobierno desde el inicio y bien podrían salirse con la suya.