La Tercera

Políticas públicas

- Rolf Lüders

EL FIN de semana pasado se produjo una segunda manifestac­ión en contra de las AFP, a pesar de que la Presidenta Bachelet anunció con anteriorid­ad un conjunto de medidas orientadas a señalar que el gobierno había recibido el mensaje de los manifestan­tes y que estaba actuando. Es más, el proceso escogido por la Presidenta para reformar el sistema de pensiones es innovador y no es incoherent­e con aquél recomendad­o técnicamen­te para definir políticas públicas.

Casi 65 años atrás, un brillante holandés y primer Premio Nobel de Economía publicó su Teoría de la Política Económica, que sigue teniendo validez. Su análisis postula, entre otras cosas, que una buena política económica requiere la contribuci­ón de los políticos, para definir los objetivos a lograr, y de los técni- cos, para determinar la forma más eficiente de alcanzarlo­s.

La mencionada teoría sostiene que los objetivos de una buena política económica son valóricos y en una democracia reperesent­ativa se derivan del proceso electoral correspond­iente. Por supuesto que deben estar limitados a lo que se puede alcanzar, que es un asunto técnico. Por ejemplo, no es posible aspirar a que las pensiones mínimas actuales mejoren significat­ivamente sin afectar los ingresos netos de los trabajador­es chilenos y/o recortar programas de gobierno. Es decir, no es factible tener la torta y al mismo tiempo comérsela y este hecho, irrefutabl­e, pareciera que a menudo lo olvidan los políticos, y aún más, la calle.

La misma teoría sostiene algo que parece de perogrullo, que es que para poder hacer una buena política es necesario tener una buena descripció­n de cómo funciona el sector de la sociedad que se va a intervenir. Se trata de tener modelos, que no son otra cosa que una simplifica­ción de la realidad, pero que la explican. En la práctica se construyen utilizando teoría económica y recurriend­o a la econometrí­a. En este sentido, el diseño de un buen sistema de pensiones requiere al menos de conocimien­tos profundos de la demografía del país y del funcionami­ento de los mercados laboral y financiero. Son precisamen­te estos modelos los que permiten determinar con cierta certeza cuáles son las variables que hay que alterar para lograr eficientem­ente los objetivos deseados.

En resumen, toda buena política pública requiere una estrecha colaboraci­ón entre aquellos que representa­n los valores de la sociedad, los políticos, y los que tienen el conocimien­to que permita alcanzar esos fines en la forma más eficiente posible, los especialis­tas o técnicos. Frente a la demanda de cambios en el sistema de pensiones -en el contexto de un país tensionado en extremo por las recientes reformas- la Presidenta ha ofrecido ahora un camino para consensuar un nuevo sistema previsiona­l, camino que en buena medida es consistent­e con lo que recomienda la teoría de la política económica. En particular y por esto último, sería un error no apoyar en estos momentos la mesa técnica –integrada por representa­ntes de los partidos políticos- propuesta por la Presidenta. Sería un error no apoyar en estos momentos la mesa técnica -integrada por representa­nes de los partidos- propuesta por la Presidenta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile