Usos de suelos
Señor director:
Las ciudades de nuestro país están siendo cada vez más injustas, inmanejables e ineficientes. Se tiende a buscar las causas en la presión económica, el crecimiento del parque automotriz y la escasez de recursos, pero las razones de fondo se encuentran en la ausencia de una reflexión para definir modelos.
Las ciudades de calidad son esas en que el Estado, la ciudadanía, expertos y actores económicos, alinean sus intereses para la promoción del bien común. Urbes compactas, inclusivas y diversas tienen mayor calidad de vida. En nuestro caso, comunidad y autoridades locales y ministeriales parecen trabajar en la dirección contraria. La restricción de densidad y uso de suelos, y la consecuente reducción de soluciones habitacionales, redundan en una profundización de la segregación social, la proliferación de barrios dormitorio aislados, más una enorme inversión en tiempo de desplazamiento.
La reciente decisión del Concejo de Maipú que desestimó el emplazamiento de viviendas sociales dentro de la comuna es un claro ejemplo, como lo es también el comportamiento de algunos municipios para congelar los planes reguladores y reducir las alturas de edificación, lo que no se condice con el crecimiento poblacional y el desarrollo de proyectos como la red de Metro. Bajo la ilusión de una defensa de una vida de barrio pasada, se consolida el empobrecimiento de nuestras ciudades hacia el futuro.
La invitación abierta a todos los actores es a repensar y trabajar en el crecimiento urbano con mejores políticas, cortando de raíz las condenas de segregación y desorden que nos estamos forjando. Las ciudades del futuro, armónicas e integradoras, serán factores de felicidad para sus habitantes y motores decisivos de las economías desarrolladas, por lo que es imperioso actuar en consecuencia. década, se juntaría un número de personas cercano a los que este año celebramos que lo haya recibido Vicente Bianchi Alarcón, el más versátil intérprete, compositor y director de coros que ha tenido Chile. Por fin se reconoce su magnífica obra (boleros, tonadas, misas) y una muy larga y productiva vida dedicada al cultivo de la música en Chile. En esta ocasión el jurado ha fallado sin fallar.