Crisis en Venezuela ahora golpea a hospitales siquiátricos
Más de 2.000 pacientes podrían quedar sin tratamiento. El Estado sólo subsidia una cuarta parte de la mantención.
“Es insostenible”, dijo Zaida Carillo, directora de la Casa de Reposo Carelco, en Caracas, al diario venezolano El Nacional. Carelco es uno de los 24 centros psiquiátricos que dependen del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) y que podrían, en los próximos días, cerrar sus puertas por falta de recursos. “No queremos bajar la calidad de la atención, pero el seguro social es la única institución del Estado que presta atención a este tipo de pacientes”, agrega. Sin embargo, el subsidio que actualmente entrega no es suficiente.
De acuerdo al periódico, una persona con este tipo de enfermedades necesita al menos 8.000 bolívares diarios, unos US$ 800, para costear comidas, atención psiquiátrica, medicinas y enfermeras, entre otras cosas. Actualmente, el IVSS aporta sólo 2.099 bolívares (US$ 210), una cuarta parte de lo necesario. Los directores de las casas de reposo y otros centros que atienden a personas con discapacidad, de la tercera edad y a dependientes de fármacos, reclaman que desde mayo el IVSS no ha ajustado el financiamiento de acuerdo a la inflación, que a fin de año podría llegar a 500% según el FMI. Hay psiquiátricos que incluso han tenido que pedir préstamos para seguir otorgando servicios, especialmente en alimentación.
Los representantes de las residencias exigen que se incremente en un 100% el presupuesto asignado para poder cubrir las necesidades. El presidente del IVSS, Carlos Rotondaro, no ha dado respuestas, a pesar que desde hace meses que se le exige una mejora en la situación.
Sin embargo, esto ha provocado que estas casas de reposo se encuentren en un “cierre técnico”, es decir, que han tenido que dejar de recibir pacientes y han reducido la dosis de medicamentos a sus pacientes, así como de alimentos. Y están al borde de la quiebra. Si llegan a cerrar, más de 2.200 pacientes con enfermedades mentales dejarían de ser atendidos.
Asimismo, a lo largo del país, 72 centros de salud, con casi 6.000 tipos de pacientes, podrían quedarse sin tratamiento ante el inmi- nente cierre de centros para adultos mayores y de cuidado, que también son subsidiados por el IVSS.
De acuerdo con la prensa venezolana, familiares de quienes están internados en los centros han viajado a Colombia para comprar medicamentos, debido a la escasez que afecta al país y han alegado que los pacientes están desnutridos.
Es por eso que a principios de agosto, cientos de venezolanos bloquearon las calles frente al IVSS e hicieron un llamado al Presidente Nicolás Maduro por las precarias condiciones en las que se encuentran los centros y exigieron un aumento inmediato del Seguro Social.
“Temo que mi hermano salga del centro porque terminará en la calle como cualquier indigente. Es imposible pagar 170.000 bolívares (US$ 17.000) para llevarlo a un centro privado y tampoco es un paciente que se pueda tener en casa”, dijo Josefina Oliva a El Nacional.
Para ayer estaba previsto que los directores de las instituciones llegaran al Ministerio del Trabajo para abordar el tema, pero hasta anoche no había acuerdo.b