Rusia se juega su última carta
La sanción por dopaje contra la totalidad del equipo euroasiático, ratificada por el TAS, será apelada por el gobierno de Putin ante la justicia federal suiza.
El enfrentamiento entre el gobierno ruso con los organismos deportivos internacionales agregó ayer otro capítulo, cuando el ministro Vitali Mutko anunció que apelarán ante la justicia federal suiza por la sanción que le aplicó la Agencia Mundial Antidopaje (luego ratificada por el TAS), a todo el equipo paralímpico del país euroasiático y que le impide participar en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, que comienzan el 7 de septiembre.
El TAS (sigla en francés para el Tribunal Arbitral del Deporte) es la máxima corte internacional de apelación en el deporte, pero admite como única instancia superior a la justicia federal suiza, únicamente en casos relacionados con la eventual violación de derechos de los sancionados.
Ayer, el presidente ruso Vladimir Putin se mostró indignado con la exclusión rusa debido a las acusaciones de dopaje de Estado. “La decisión de descalificar a nuestros paralímpicos está al margen del derecho y de la moral. Es un acto de cinismo vengarse y canalizar el odio contra aquellos para los que el deporte es el sentido de sus vidas”, dijo Putin en el Kremlin.
Adelantó que, además de apoyar a esos deportistas, Rusia organizará competiciones especiales para ellos, cuyos premios serán comparables a los que recibirían si ganaran una medalla en los Juegos de Río, que comienzan el próximo mes
“Sin lugar a dudas, las estructuras antidopaje internacionales necesitan perfeccionar su funcionamiento para librarse de las presiones políticas. ¿Qué son, estructuras militares? Deben ser absolutamente transparentes”, señaló.
En la ocasión, el mandatario condecoró a los medallistas olímpicos en Río, donde Rusia quedó en cuarto lugar, con 56 preseas (19 oros, 18 platas y 19 bronces). Les regaló un BMW a cada uno.
El Comité Paralímpico Internacional (CPI), presidido por el británico Philip Craven, tuvo una actitud mucho más dura que el COI, que aplicó una sanción masiva, pero no total, a la delegación rusa.b