La Tercera

FRENTE A FRENTE

- Rafael Cumsille Michelle Bachelet

Ayer, la Presidenta Michelle Bachelet participó de la ceremonia inaugural del XVII Encuentro Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Enape) 2016, en el Círculo Español.

Fue en este contexto que el presidente de Conapyme, Rafael Cumsille, durante su exposición se dirigió a la Mandataria y, aludiendo a la sostenida baja en sus niveles de popularida­d, sentenció: “Los sacristane­s mataron al señor cura (...). Cambie a varios sacristane­s, porque la gente la quiere a usted y tiene varios sacristane­s que han sido los responsabl­es de estas famosas encuestas nacionales. Ese cuento de que el Presidente las sabe todas, yo no lo creo ni a palos”. Todo esto, apuntando a la influencia de sus asesores en la gestión del gobierno.

Sus palabras -que se dan en medio de las presiones oficialist­as por un cambio de gabineteso­rprendiero­n a la audiencia, generando una situación que fue calificada por varios asistentes como incómoda para la Mandataria.

Así, la respuesta no tardó en llegar. Al inicio de su intervenci­ón, Bachelet, antes de leer el discurso que tenía preparado, le respondió a Cumsille. “Nadie va a venir a decirme mentiras, se lo puedo asegurar. Ya no están los tiempos para que la gente diga palabras bonitas”, manifestó. Y agregó: “La gente que va a reunirse conmigo dice siempre la verdad, porque, además, es lo que espero de las personas y es lo que espero de los ministros y de los subsecreta­rios”.

En ese sentido, Bachelet profundizó en el tema y dijo que “para mí, la palabra lealtad significa decir la verdad siempre y no pasarse películas ni cuentos de colores, y yo, “Los sacristane­s mataron al señor cura. Cambie a varios sacristane­s, porque la gente la quiere a usted”.

“Ese cuento de que el Presidente las sabe todas, yo no lo creo ni a palos”. además, soy súper realista y tengo muy claro cómo son las cosas”.

Además, aludiendo a una de las frases históricas de Augusto Pinochet, Bachelet comentó que “en democracia hay muchas hojas que se mueven y uno no tiene idea”, junto con agregar que “uno no puede saber todo lo que pasa en “Nadie va a venir a decirme mentiras, se lo puedo asegurar. Ya no están los tiempos para que la gente diga palabras bonitas”.

“La gente que va a reunirse conmigo dice siempre la verdad. Es lo que espero de las personas y ministros”. cada rincón del país”.

Durante su alocución, Bachelet también defendió la forma en que lleva adelante su gobierno e impulsa sus reformas, asegurando que existen espacios de diálogo que permiten ir mejorando los proyectos.

“A veces hay cosas que el gobierno envía al Congreso y los parlamenta­rios modifican, y ese es el rol de los distintos poderes del Estado, que puedan también conversar con muchas personas y puedan escuchar y tratar que los proyectos de ley sean lo mejor posible”.

En este sentido, y ante los distintos cuestionam­ientos que ha recibido su agenda de reformas, la jefa de Estado recalcó que hasta el final de su gobierno se asegurarán espacios de diálogo para que “cada uno pueda decir cuál es su situación, cómo le aprieta el zapato, de manera que podamos mirar cómo podemos buscar las soluciones más adecuadas”.

Al finalizar su intervenci­ón, la Presidenta hizo un llamado a no caer en caricatura­s y agregó: “Tengo plena conciencia de que a veces no todos pensamos lo mismo, y eso es súper legítimo, es una democracia, pero eso, en vez de distanciar­nos, ha hecho que seamos aún más pragmático­s para buscar los puntos de acuerdo”.

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