Caso Luchsinger: piden 10 años de cárcel para testigo clave y perpetua para otros imputados
El Ministerio Público ingresó ayer la acusación en la causa e invocó la Ley Antiterrorista. En el requerimiento se posicionó a los acusados en diferentes puntos de la casa durante el ataque.
La Fiscalía Regional de La Araucanía presentó ayer la acusación contra los 11 imputados por el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, ocurrido en enero de 2013, en la comuna de Vilcún, en la IX Región.
En el requerimiento ante el Juzgado de Garantía de Temuco, el Ministerio Público relató la posición y los grupos que supuestamente participaron en el ataque (ver infografía), y solicitó elevadas penas al acusarlos por el delito de incendio con resultado de muerte en carácter de terrorista.
En ese sentido, para José Tralcal Coche, Luis Tralcal Quidel, Aurelio Catrilaf Parra, Hernán Catrilaf Llaupe, Sabino Catrilaf Quidel, Juan Tralcal Quidel, Sergio Catrilaf Marilef, Eliseo Catrilaf Romero, José Córdova Tránsito y la machi Francisca Linconao Huircapan, la fiscalía pidió que sean sancionados con la pena de presidio perpetuo calificado.
Según explicó ayer el vocero del Ministerio Público de la zona, Roberto Garrido, “los hechos corresponden a una calificación terrorista y eso es lo que hemos sostenido. Pretendemos acreditarlo en el juicio oral”.
La excepción, sin embargo, corre para José Peralino Huinca, el comunero que entregó los nombres de quienes participaron con él en el ata- que, luego de la detención de los últimos 11 imputados, en marzo.
Para él se pidió una pena de 10 años y un día, luego que se consideraran atenuantes a favor del imputado, tras colaborar con la investigación.
La abogada de los acusados a los que se les solicita la cadena perpetua, Manuela Royo, dijo que “solicitar esta pena es un tanto arriesgado, ya que la fiscalía no cuenta con las pruebas suficientes como convencer al tribunal”.
De acuerdo a la acusación, los imputados se dirigieron a la casa del matrimonio “previamente concertados, provistos de diversos implementos, entre ellos armas de fuego de distintos calibres, elementos contundentes, cuerpos portadores de llama, bidones con acelerantes y elementos inflamables y/o combustibles, con el propósito de atacar el mismo e incendiarlo, aun constatando la presencia de sus ocupantes”.
Una vez en el lugar, según la fiscalía, la machi Francisca Linconao, José Córdova, Hernán Catrilaf y José Peralino ingresaron disparando a la propiedad, por el frontis de la casa. Paralelamente, Luis Tralcal, José Tralcal, Eliseo Catrilaf, Juan Tralcal, Sergio Catrilaf, Sabino Catrilaf, Aurelio Catrilaf y el condenado Celestino Córdova -quien fue detenido ese día- ingresaron armados y disparando por la cocina. El Ministerio Público agregó que Werner Luchsinger repelió el ataque, armado, logrando impactar en el tórax a Celestino Córdova.
Sin embargo, los disparos no fueron el único elemento utilizado para el ataque. En la acusación se consigna que “los imputados rociaron, además, el inmueble con acelerantes e iniciaron el fuego mediante cuerpos portadores de llama, dejando a don Werner Luchsinger Lemp y a doña Vivian Mackay González al interior del inmueble, el que se consumió en su integridad por la acción del fuego, provocando a ambas víctimas la muerte por el incendio de tipo homicida, según dan cuenta los respectivos protocolos de autopsia”.
Estos hechos constituyen
“La utilización del fuego por parte de los imputados no sólo constituye el medio de comisión de este hecho en particular, de suyo particularmente estragoso en atención a su carácter (...), sino que se transforma, además, en un elemento sicológico utilizado para infundir temor en dicha parte de la población”. para la fiscalía los delitos de carácter terrorista, invocando dicha legislación, pues estos obedecen a “un plan elaborado y coordinado destinado a compeler a agricultores de la región a hacer abandono de sus predios”. Además, la acusación establece que “la utilización del fuego por parte de los imputados no sólo constituye el medio de comisión de este hecho en particular, sino que se transforma, además, en un elemento sicológico utilizado para infundir temor, particularmente a residentes cercanos al domicilio de las víctimas”.
En tanto, el hijo mayor del matrimonio, Jorge Luchsinger, dijo que como familia están “tranquilos con la acusación que se ha hecho, aunque resta esperar ahora que esto se traduzca en una condena”.b