LO IMPENSADO, ESO QUE NO SE ENTRENA
La dinámica de lo impensado, de Dante Panzeri, refleja en sus páginas eso inexplicable del fútbol. Eso que enamora.
Lo de ayer fue algo así. Católica venía en baja, con muchas dudas y golpeada en lo anímico. Era el escenario propicio para confirmar el repunte azul. De hecho Mario Salas lo confesó en la conferencia de prensa. “Nunca imaginamos terminar 3-0 el primer tiempo”.
La apuesta de Beccacece era ahogar a la UC en su zona y forzar los errores que ya se habían visto la semana anterior. Pero no contaba con la reacción cruzada, que cometió poquísimos errores y contestó la presión con profundidad. Es cierto que tuvieron fortuna en el primer gol, pero de ahí en adelante el equipo de Salas fue mucho más lúcido en la búsqueda del arco contrario.
Solo gastaron energía cuando creían que podían recuperar la pelota. El resto miraban de frente apostando a acortar la cancha.
¿Dónde estuvieron los aciertos de la UC?
Defensivamente uno fundamental. La presión sobre Gastón Fernández. Siempre lo obligaron a jugar de espaldas. Si no era Fuentes, estaba Lanaro o Maripan para bloquear la posición de remate. El mejor definidor de la U tuvo apenas dos posibilidades de remate en 90 minutos y siempre incómodo. De pasada, Mora quedaba huérfano en delantera.
Además, los cruzados aprovecharon el bajo rendimiento de la línea defensiva de la U. El segundo gol, por ejemplo, fue un mal control de Vilches que bien aprovecharon Kalinski y Buonanotte. En este punto poco se le puede achacar al DT.
Donde sí tiene la responsabilidad es en la lectura. Si quería atacar a Cristian Álvarez tenía a Zacaría y no a Briceño, que es menos especialista. Por último pudo subir a Beausejour y meter a Monzón. Nadie le puede criticar a Becaccece que no intenta, pero su interpretación del juego expresada en la conferencia, donde apela a la fortuna cruzada y superioridad azul, hace pensar que vi un partido diametralmente distinto. Puede ser sencillamente que no soy capaz de entenderlo. Eso sí, no soy el único.