SIMULACIÓN ELECTORAL
Si bien en su momento esto destrabó las conversaciones con la oposición -que proponían mayoría simple- y con los senadores independientes -que planteaban el piso del 40%- la medida terminó provocando la molestia de varios senadores oficialistas. El motivo: el anuncio de Fernández se efectuó apenas dos semanas después de que el ministro vocero, Marcelo Díaz, le ratificara a los partidos oficialistas que el quórum se mantendría en mayoría absoluta.
Hoy, no son pocos los senadores que lamentan que, mientras el gobierno les ratificaba el quórum de 50%, negociaba paralelamente con los independientes para bajarlo. “Si el gobierno es inteligente, debería volver el quórum al 50%, porque eso une a toda la Nueva Mayoría”, comenta un senador.
Y, si bien el piso del 40% logró apoyo en la oposición, luego surgiría un nuevo conflicto: los senadores de Chile Vamos exigían desde hace meses una propuesta del gobierno sobre “transferencia de competencias”: es decir, las atribuciones que serán traspasadas desde el gobierno central a los nuevos intendentes.
Cuando esa propuesta llegó a comienzos de septiembre mediante un protocolo de acuerdo -que establecía un traspaso “gradual” de competencias hacia 2022-, no dejó conforme a la oposición, desde donde acusaron a La Moneda de intentar “engañar a la ciudadanía con intendentes sin ningún poder real”.
Ante esto, varios anunciaron su rechazo. “No me voy a prestar para ser cómplice de un engaño”, dice el RN Alberto Espina.
Otros cálculos
Sin embargo, dirigentes de ambos sectores también agregan otros factores que, a su juicio, paralizan el proyecto.
Uno de ellos apunta a la pérdida de influencia que podrían tener los propios legisladores -quienes hoy, en la práctica, inciden fuertemente en la designación de los intendentes en cada región-, así como la opción de que el nuevo jefe regional al ser una figura electa con más votos que muchos parlamentarios (y con más atribuciones)- les dispute cuotas de poder en las regiones.
Entre otros análisis que se hacen en privado, algunos dirigentes advierten que ni a Sebastián Piñera, ni a Ricardo Lagos, ni a quien sea el próximo presidente le será fácil asumir con un sistema en el que pueda tener a más de la mitad de los intendentes como figuras opositoras a su gestión.
Además, de fracasar el proyecto, la bandera de la elección de intendentes podría ser retomada por los candidatos presidenciales que compitan en 2017.
Con todo, en La Moneda insisten en salvar el proyecto a como dé lugar. Y así lo han hecho saber a sus parlamentarios.
Durante los últimos días, junto con intentar conseguir los apoyos, desde el Ejecutivo han transmitido el siguiente mensaje a sus legisladores: el gobierno ya hizo todos los esfuerzos, y la votación del proyecto va sí o sí; y si el texto se cae, serán los propios senadores y sus partidos quienes tendrán que salir a explicar ante la opinión pública por qué votaron en contra de esta iniciativa.
Vínculo entre elección presidencial y de intendentes
En Chile Vamos manejan una simulación realizada por el cientista político Cristián Pertuzé, del Instituto Libertad, en la que se plantea que los comicios de presidente estarían ligados a los de los jefes regionales. Esto, debido a que ambos son uninominales. Según el estudio, en cada zona -de haberse aplicado la elección directa de intendentes- los resultados de los candidatos presidenciales arrastrarían a los de los jefes regionales. Así, detrás de Piñera en 2009, la derecha habría logrado 12 de 15 intendentes, mientras que en 2013, con Bachelet, la Nueva Mayoría habría obtenido 13 autoridades.