ESPACIOABIERTO Inquietante elección municipal
ESTAMOS A UN mes de elecciones, y no se aprecia ese aire caliente y bullicioso, que solíamos denominar “clima electoral”. Quizás sea la ausencia de avisos colgantes, palomas y volantes lo que produce esta sensación de vacío, pero sospecho que las personas no están hablando de las elecciones, ni de los candidatos, mucho menos de cuáles son las propuestas para las alcaldías y concejos. Los números son realmente desoladores; y lo que dicen, es que no sólo el interés por la elección municipal es bajo, sino lo que es peor, está disminuyendo a medida que se acerca la elección. En mayo pasado, la encuesta mensual de Adimark mostró que 60% de los adultos afirmaba estar interesado en participar en la elección municipal; pues bien , esta cifra ha venido disminuyendo sistemáticamente en los meses siguientes para llegar a tan sólo el 44% que hoy manifiesta dicho interés. De acuerdo a lo que sabemos de elecciones anteriores, este interés declarado exagera la real concurrencia a votar. Es decir, podríamos estar frente a una elección en la que participe menos del 40% de los electores, algo que nunca ha ocurrido.
Es cierto que el plazo de 30 días en que se permite la publicidad en espacios públicos se inicia recién ahora, pero la diferencia con elecciones anteriores es que esta vez los candidatos ¡sí han cumplido! La razón puede ser la falta de recursos, o quizás el temor que produce la entrada en vigencia de la nueva ley de Transparencia. Todo hace suponer que esta será una elección extraordinariamente sobria en términos de recursos publicitarios, lo que tiene un aspecto positivo, pero los efectos de ello en la participación ciudadana y en la información de los electores, aún está por verse.
En la elección municipal de 2012 se contabilizaron 5,3 millones de votos aproximadamente. Esa fue la primera elección en que estuvo vigente el voto voluntario, y la cifra significó una caída drástica, a pesar de la discutida inscripción automática que se llevó a efecto. Efectivamente, con el antiguo padrón electoral y voto obligatorio, más de 6 millones de ciudadanos había votado en la anterior elección municipal de 2008.
Va a ser difícil en esta ocasión saber el verdadero nivel de abstención (como % de los electores), por la sencilla y lamentable razón que desconocemos el tamaño del padrón electoral. El Servicio Electoral ha publicado una cifra de electores que supera los 13 millones, pero creo que hay consenso en que esta cifra está exagerada. El padrón no está completamente limpio (nunca podrá estarlo completamente) pero sabemos que en él aparecen numerosas personas que ya están fallecidas, lo cual es evidente en el extremo (mayores de 100 años), pero mucho más difícil en los casos de fallecidos en etapas anteriores de la vida, residentes en el exterior y otros. La cifra clave, a observar, será el número de votantes que concurra a las urnas. La cifra de comparación, será la elección anterior, y, para recordar, es de 5,3 millones (votos válidos concejales 2012).
Podemos estar acercándonos a un desastre en términos de participación, a una confirmación empírica de la falta de confianza y de estima en la política y los políticos, que las encuestas vienen señalando desde hace tiempo. Si esto ocurre, la crisis de legitimidad y confianza que se ha diagnosticado, tomará una nueva forma, más peligrosa y destructiva para la salud de nuestra democracia representativa. Ojalá esto no ocurra, y que en los próximos días se encienda el entusiasmo (o algo, al menos). Mientras tanto, bienvenida sea la publicidad, las comunicaciones, los debates, la presencia de candidatos en calles y plazas del país.