Escuelas para personas con discapacidad
Señor director:
Los resultados de la Casen son una buena noticia y reflejan el esfuerzo de todo un país. Primero, porque disminuye la pobreza medida por ingresos de un 14,4% a un 11,7% (caída de 2,7%), así como la pobreza multidimensional de un 20,4% a 19,1%. Segundo, porque disminuya la pobreza extrema. Tercero, porque el Índice de Gini – que mide la desigualdad de ingresos de una población en un rango de 0 a 1- bajó moderadamente. Pero, en especial, porque se incorporan dos nuevas dimensiones (redes y cohesión) que se suman a las cuatro existentes (educación, salud, trabajo y vivienda), lo que viene a reforzar un cambio en la forma de entender y enfrentar el fenómeno de la pobreza.
Estos resultados serán muy útiles para ajustar el presupuesto de 2017 y evaluar las políticas públicas que impactan a los más vulnerables. Que esta mejora en las estadísticas Señor director:
En su editorial del 21 de septiembre, titulado como esta carta, se aborda la problemática de la solicitud de inscripción de una mujer en el Instituto Nacional, petición que ha sido negada por ser colegio sólo para hombres.
Qué significativo se vuelve este caso cuando la calidad y el acceso a una buena educación han estado en el centro de la discusión desde hace tiempo. En el editorial también se afirma que si bien los colegios que segregran entre hombres y mujeres no superan el 4%, como exalumno me pregunto por qué no reducir ese número a cero y abrir espacios para que ocurra la integración total.
Muchos apuntan a que el Instituto Señor director:
Nos sumamos a la celebración por la ratificación de la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad que Chile y aplaudimos los intentos de educación inclusiva. Sin embargo, discrepamos con quienes por esa razón postulen la eliminación de las escuelas especiales.
Quienes tenemos hijos con necesidades especiales queremos que ellos se integren lo mejor posible en la sociedad, cuestión que parte desde la propia familia. Sin embargo, en Chile es una realidad que los profesores no sólo tienen escasa capacitación para atender a estos