El retorno de un reo

Atreinta minutos de finalizar el partido de rugby entre Universidad Católica y Prince of Wales Country Club, por la quinta fecha del Nacional, entró como cambio del club cruzado un jugador que sacó aplausos del público y de los propios jugadores. Los gritos de apoyo eran para Cristián Manzur (41), el referente del rugby nacional, quien luego de un año de suspensión, entraba a jugar por su querida UC.

El año pasado, cuando la competencia aún ni empezaba los octogonales en los que se encuentran ahora, Manzur protagonizó un altercado con un integrante de COBS (un ), al que derribó de mala manera, un momento difícil en lacarrera del rugbista al que no le gusta referirse.

Tras la agresión, Tuto tuvo que alejarse de las canchas y las 59 fechas que la Asociación de Rugby de Santiago le impuso de castigo fueron reducidas a 30 luego de una apelación por parte del jugador, sumada a horas de trabajo voluntario, que incluyeron participación en procesos formativos de clubes más pequeños y arbitrajes. Actividades que, dice, le agradaron bastante.

“Sé que cometí un error, está bien que colabore con el rugby porque igual di una mala imagen. Independientemente de que haya sido un accidente o no, compensarlo me parece bien”, analiza Manzur, vestido de terno, en su oficina donde ejerce de abogado. Lugar al que el lunes siguiente al partido llegó con raspones y costras en la cara. “La gente que no sabe, cree que eres un peleador y que te agarraste a combos. O los que no están involucrados en el deporte, muchas veces dicen que eres un inmaduro. Pero los que me conocen, ya saben”, cuenta el ex capitán de la selección.

De pantalón y chaqueta, trabaja de día, y en las noches entrena. “Desde el punto de vista del tiempo es complicado, porque estamos entrenando de lunes a jueves de ocho en adelante después del trabajo, que ya vienes cansado”. Admite que se sintió más aliviado durante el año fuera: “Necesitaba ese cansancio”.

La ausencia del jugador histórico de la UC y de la selección chilena fue una gran baja para el plantel de la franja. Con Manzur ganó el Apertura Arusa y tras su castigo se derrumbó: no se clasificó para los play offs del Nacional 2015. En el Apertura 2016 la UC quedó quinta y en idéntica posición marcha ahora en el octogonal de la Copa de Oro 2016, provisionalmente fuera también de la fase final. “Incidió un poco, porque yo era capitán. Salimos campeón del Apertura y pasó lo mío y eso influyó, pero el equipo hoy está mucho más maduro”, asegura.

“Es un jugador referente del rugby chileno, fue capitán de la selección y de la Católica y es un jugador que ha servido como modelo”, asegura Sebastián Gajardo, entrenador y Jefe Técnico del Rugby UC.

Manzur admite que pensó en el retiro con la sanción, pero no era la forma en que quería salir. “Siempre tuve la esperanza de que se revocara, porque la sanción fue excesiva”, declara el abogado.

Le costó el primer partido, pero se siente cada vez más preparado para apoyar a su equipo. No le interesa ser capitán. Dice que no le gusta. Aunque fue un orgullo serlo en la selección y en la UC, prefiere concentrarse en el juego. Es un hombre introvertido y le gusta hablar lo preciso.

Integrante de todas las inferiores, en 1994 fue parte de una de las selecciones juveniles más exitosas de Chile, cuando junto al quince patrio fue campeón en el Mundial B de Francia. Cristián también fue miembro de la época dorada del rugby de la franja: pentacampeones de 1995 a 1999.

“La suspensión ocurrió más o menos en esta etapa del torneo el año pasado y nos fuimos un poco para abajo, por eso ahora esperamos repuntar “, reflexiona el técnico.

Su vuelta fue complicada. La UC empató contra Country, en un partido que era importante para asegurar la clasificación. Manzur confía en los suyos: “El equipo viene jugando bien este año, es un tema de concentración y de cerrar los partidos. A COBS (punteros del octogonal) se le ganó sin apelación en su cancha”.

Hoy el quipo cruzado se enfrenta a Sporting a las 16.00 horas en la penúltima fecha de la Copa de Oro y Manzur vuelve, como titular, a las canchas de San Carlos de Apoquindo para intentar ubicar a su equipo en los playoffs.

Con 41 años, luego habrá que pensar en el futuro. “Hasta el momento no tengo problema, me interesa el club y jugar. Tengo que buscar dónde encajo cuando me retire”, dice. Dirigente o entrenador de divisiones inferiores es algo a lo que no se cierra.b