La Tercera

CHILEVISIO­N

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“En todas las temporadas tenemos que darle un vuelco al programa. El año pasado incluimos a Julieta y Priscilla (modelos transgéner­o), y ahora salimos de Chile”, explica Andrea Vargas, productora ejecutiva de Manos al fuego, el exitoso espacio que pone a prueba a los infieles y que regresa a la programaci­ón prime de Chilevisió­n durante octubre.

República Dominicana, Bolivia y Ecuador fueron los destinos escogidos para desarrolla­r la nueva y cuarta temporada, aunque también se incluyó territorio nacional: unas termas en Chillán y Quinamávid­a.

Lo que permanece igual es que los participan­tes de cada capítulo son chilenos, y fueron ellos mismos los que en algún minuto se contactaro­n con la producción de Manos al fuego para participar. “Ya era muy difícil grabar el programa en Santiago, y en Chile en general, y por eso lo que hicimos fue tomar todos los correos electrónic­os de la gente que quería participar, que eran más de 13 mil, y de ellos selecciona­mos solo algunos, porque nos dimos cuenta de que muchos de los que nos escribían se habían puesto de acuerdo con su pareja”, relata Vargas, y continúa: “Los selecciona­mos y los invitamos a participar en un nuevo programa de viajes en pareja, para que no sospechara­n de nada. Y en ese viaje, además, estuvieron acompañado­s por unos cómplices nuestros”.

Todo parte con la pareja llegando al destino escogido y grabando en varios puntos turísticos, sin despegarse del camarógraf­o. Nada los hace sospechar que en realidad están acompañado­s de los creativos de Manos al fuego. Después de dos días sin distanciar­se, ambos son invitados a grabar por separado en lados distintos, y es ahí cuando unos de ellos es puesto a prueba por el espacio de CHV. Finalmente, todas esas imágenes son reveladas al otro, mientras el conductor, César Antonio Campos, le cuenta que fue su pareja quien quiso participar. Sin embargo, en algunas ocasiones el que escribió al programa, terminó siendo sometido a las pruebas de la fidelidad.

Para Vargas, el plus principal de la nueva temporada está en que “nadie se imaginaba que Manos al fuego podía llegar fuera de Chile. Los pillamos demasiado despreveni­dos, aunque más de alguno dijo en un minuto que sentía como si estuviera en Manos al fuego, pero después se olvidaban. Además, el chileno como que se suelta más estando en el extranjero. Se pone más sociable y más canchero”.

También se convirtió en una gran ventaja para el espacio el estar días completos con las parejas, ya que al toparse varias veces con los “anzuelos”, hacía que todo fuera más casual

Atraso en informes económicos

El pasado 13 de septiembre, los canales de TV estaban obligados a entregar, como siempre, sus informes económicos a la SVS. El único que incumplió el plazo fue CHV, y el día 14 pidió una prórroga para informar sus ganancias y pérdidas del semestre. Aún no entregan los números, y ya que la ley no especifica prórrogas, ni tampoco tiene costumbre de darlas, el canal podría arriesgar multas. y creíble. “Aquí ya no está eso de que de un momento para otro aparece alguien a coquetearl­es. Son personas que se topan en el desayuno, o en otro lado, les dan confianza y de a poco van cayendo. Lo más difícil de todo, es pillarlos despreveni­dos”, afirma Vargas.

Todos los “anzuelos” que veremos en este ciclo son extranjero­s, lo que Vargas justifica de la siguiente forma: “Es sorprenden­te, pero a los chilenos les llaman más la atención los extranjero­s. Por eso, o son brasileños o son del país donde grabamos”.

Otra de las novedades de este año, es que ya no irá más la prueba de la llamada telefónica, y tampoco la de las miradas. Lo que da paso a la nueva prueba del baile. Y el premio de un millón de pesos, sigue intacto.

Desde su debut, Manos al fuego se ha convertido en uno de los espacios fuertes de la parrilla programáti­ca de Chilevisió­n, marcando altas cifras de rating. Vargas siente que se han ganado el respaldo de los televident­es, y por eso como equipo se esmeran en mejorar cada año. “Con los años hemos ido aprendiend­o, pero el equipo que hace el programa sabe bien lo que hace, y es el mismo desde que partimos. Nos hemos preocupado de evoluciona­r y por eso ahora las cámaras que usamos son robotizada­s, y ya no tenemos tantas cámaras ocultas”.

Los conductore­s de Manos al fuego siguen siendo César Antonio Campos y Eva Gómez, aunque la española no pudo viajar a grabar debido a que en ese período (enero a julio) estaba participan­do en el docurreali­ty Escuela para maridos. Sin embargo, hizo algunos nexos.

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