Retraso en construcción de hospitales
EL COMPROMISO del gobierno para dejar 20 hospitales terminados, otros 20 en construcción y 20 en fase de diseño parece cada vez más lejano. Ello es más evidente luego de que la Contraloría General de la República rechazara cuatro licitaciones que de acuerdo al calendario original deberían quedar en obras al 2018, todo lo cual refleja ineficiencias y fallas de gestión en el Ministerio de Salud.
Los proyectos afectados son la tercera parte y final del Hospital Las Higueras (Talcahuano), el diseño y construcción de los recintos de Ñuble y Linares, y la edificación del nuevo Barros Luco, en Santiago. Este último, de hecho, ha sido objeto de fuertes cuestionamientos, pues tras el rechazo de Contraloría el Ministerio de Salud decidió declarar desierto el proceso, para luego retrotraerlo a la etapa de evaluación, lo que constituye un retraso inexcusable. Varios otros proyectos también han sido objeto de observaciones por parte del ente contralor.
Las razones que tuvo a la vista Contraloría para no tomar razón tienen que ver con aspectos como incumplimientos de los principios de igualdad de los oferentes o porque no estuvieron sujetos a las bases del proceso. Son desprolijidades que ponen en entredicho las capacidades del Estado para gestionar adecuadamente, frustrando las expectativas de vastos sectores de la población de contar con un mejor acceso a salud. Ante estas falencias resulta inexplicable que el Estado -por razones más bien ideológicas antes que técnicashaya decidido prescindir de los mecanismos de las concesiones y gestionar directamente la construcción de algunos hospitales, todo lo cual probablemente devendrá en una mayor burocracia, sin ganancias de eficiencia.