La Tercera

La cena del bicampeón

Con un banquete íntimo, pero también multitudin­ario, la UC despidió en familia un 2016 para el recuerdo.

- Roberto Gálvez

Tras posar en las instalacio­nes de San Carlos para la tradiciona­l foto oficial de campeón en el lluvioso mediodía santiaguin­o, el plantel de Universida­d Católica (ya legendario, pese a haberse probado la corona menos de 24 horas antes), asistió en Pudahuel a una actividad social en uno de los centros de la Conaiquem, la corporació­n de ayuda al niño quemado.

Pero no fue hasta la caída de la noche que comenzó, en las dependenci­as del Ho-

Vtel Sheraton de Santiago, el aguardado festejo cruzado. Una ceremonia íntima, reservada para jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y familiares que contó, sin embargo, con una lista de 260 invitados. Porque tampoco quisieron perderse el emotivo banquete algunos de los que ya no están, pero nunca se fueron, como el inmortal capitán Mario Lepe, o los ex presidente­s Jaime Estévez, Felipe Achondo o Luis Larraín.

Uno de los primeros en llegar a la cita, programada arias lecciones -si es que alguien decide aprender de ellas - ha dejado el término del actual torneo. Desde luego le ha otorgado un soporte, una ficha o un respaldo, llámelo como quiera, a dos clubes que supieron cuidar lo que tenían entre manos cuando arreciaban las críticas.

Tanto Universida­d Católica, el flamante y merecido bicampeón, como Colo Colo, finalista de la Copa Chile, quinto en la tabla pese a su desastroso comienzo y el único equipo que, en rigor, no fue superado nunca por la maquinita de Salas, hicieron una apuesta correcta al proteger y blindar a sus cuerpos técnicos. No se asustaron, no se pusieron nerviosos ante la presión de los hinchas o de ciertos sectores de la prensa. Y descubrier­on lo que era evidente para pocos: había que esperar ya que tenían en sus filas a dos muy buenos entrenador­es, a profesiona­les actuales, obsesivos, claros en sus conceptos que, para las 21:00 horas, fue precisamen­te el actual timonel de la entidad, un emocionado Juan Tagle, que comentó en su arribo al complejo hotelero: “Lo esperamos, lo soñamos y ahora hay que buscar nuevos objetivos. Lo más importante es mantener lo más posible el plantel que tenemos. Ahora a celebrar”.

Y la celebració­n partió con un cocktail precedido por la llegada al salón San Cristóbal, epicentro del evento, de la ansiada copa, portada por Nico Castillo. En 27 mesas redondas para diez comensales cada una, los bicampeone­s disfrutaro­n de una suculenta cena a base de carpaccio de atún, carne de res y torre de chocolate. Todo ello con tres invitados de excepción; los trofeos del Clausura, el Apertura y la Supercopa conquistad­os este año por el club y dispuestos en el salón sobre tres pedestales. Durante todo la velada, que se extendió por varias horas, tan sólo rostros de felicidad y satisfacci­ón entre los artífices de la gesta. Y un único leitmotiv: el brindis por el bicampeone­ato.b

 ?? FOTO:JOSE LUIS MUÑOZ ?? Buonanotte, en el Sheraton.
FOTO:JOSE LUIS MUÑOZ Buonanotte, en el Sheraton.
 ?? FOTO:JOSE LUIS MUÑOZ ?? Jugadores de la UC, anoche.
FOTO:JOSE LUIS MUÑOZ Jugadores de la UC, anoche.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile