REACCIONES
Autores de estudio aseguran que para avanzar en la movilidad social hay que cambiar la educación.
La falta de movilidad social que se mantiene, a pesar del aumento en la cobertura de educación superior, es el desafío que tiene el país, asegura Leandro Sepúlveda, investigador del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (Cide) de la Universidad Alberto Hurtado.
Para Sepúlveda, es necesario que haya más regulación en el sistema y mayor compromiso por parte de las instituciones. En ese sentido, el investigador señaló que se debe implementar en el país “una oferta formativa, que cumpla con requisitos mínimos de lo que la propia sociedad define que es necesario para la formación de profesionales en el futuro”.
Un acuerdo social sobre qué es lo que se les debe exigir a las instituciones de educación y un marco regulatorio, remarcó Sepúlveda, son algunas de las herramientas que podrían terminar con la falta de movilidad social. Pero esta regulación, sostiene, no es algo que deba implementar un gobierno, “es más bien la perspectiva de un Estado para hacer frente a transformaciones que apunten a una mayor equidad”, dijo Sepúlveda.
Un sistema más regulado debería abarcar desde los tipos de programas hasta la duración de ellas, explicó Sepúlveda. “Hoy, hay carreras que no se condicen con los desafíos, necesidades y exigencias del presente. Hay cursos técnicos que son mucho más modernos y funcionales que carreras universitarias”, dijo Sepúlveda, quien agregó que es necesario repensar “Hay carreras que no se condicen con los desafíos, necesidades y exigencias del presente”.
“Se debe crear una política a largo plazo que asuma que la educación media del país requiere un rediseño integrado”. la duración de los programas, ya que “hoy hay algunos que duran cinco o seis años y lo que el mundo demanda son profesionales con una formación de base más acotada y con especializaciones diversas”.
A juicio de los autores, hay cambios más profundos que se deben hacer, que van más allá de la educación superior.
María José Valdebenito, también investigadora del Cide, sostiene que la educación secundaria tiene debilidades que afectan al país. “Tenemos una enseñanza media que es segmentada socioeconómicamente desde muy temprano. Los vulnerables van a la educación técnica y los de sectores más altos a la científico-humanista. Así, se sigue reproduciendo un concepto de educación técnica retrógrada, que no se corresponde con lo que los jóvenes están experimentado”.
Por esto, sostienen los investigadores, se debe crear una política a largo plazo que aborde y “asuma que la educación media del país requiere un rediseño más complejo e integrado”, señaló Sepúlveda, quien explicó que “se debe dar espacio a la educación artística y a la formación integral de los alumnos”.
Otro de los puntos que aún no está del todo desarrollado y que también serviría para mejorar el sistema es modernizar las herramientas de elección vocacional. En ese sentido, Valdebenito señaló que “la orientación en los colegios es fundamental y hoy eso es algo precario en la escuela y esto exige de políticas. La construcción de los proyectos de vida es fundamental para tomar decisiones”, dijo.b