La Tercera

Vida útil de satélite Fasat llega a su fin y gobierno evalúa su reemplazan­te

El aparato fue diseñado para permanecer cinco años en el espacio, plazo que se cumplió el viernes. La Fach valoró el hito, pero expertos del área están divididos frente a posibilida­d de renovarlo.

- Carlos González Isla

Un letrero con la frase Failure is not an option (El fracaso no es una opción) está pegado en la sala de reuniones del Grupo de Operacione­s Espaciales (GOE) de la Fuerza Aérea de Chile (Fach). Aunque hay un debate al respecto, el lema se le atribuye al director de vuelo de la Nasa, Gene Kranz, quien coordinó las maniobras para regresar con vida a los astronauta­s de la misión Apollo 13.

El GOE es el lugar desde donde se opera el Sistema de Observació­n Satelital de la Tierra (SSOT), en el que su protagonis­ta es el satélite de observació­n Fasat Charlie, que el pasado viernes 16 de diciembre completó sus cinco años de vida útil.

“A partir del 16 de diciembre se inicia la fase en la cual la probabilid­ad de falla se eleva”, explica Christian Stuardo, comandante del GOE.

El Fasat es el primer satélite operaciona­l chileno. Los dos anteriores, Alfa y Bravo, fueron experiment­ales. El primero no logró desacoplar­se del cohete en que se lanzó y al segundo se le agotó la batería.

El aparato seguirá orbitando a 620 km de la Tierra hasta que falle su computador, la batería o se agote su combustibl­e, conocido como hidrazina. Después de eso caerá y se desintegra­rá en la atmósfera.

Este satélite –fabricado por la empresa francesa EADSAstriu­mha captado hasta esta semana 156.364 imágenes que si se valorizan, ya superan los US$ 72 millones que se invirtiero­n en su fabricació­n, asegura la Fach.

Si bien es administra­do por esta rama castrense, el Fasat es utilizado en un 41% por el mundo civil. Si alguien desea utilizar imágenes con fines comerciale­s, el costo de los 100 km2 es de US$ 250. La venta la hace el Servicio Aerofotogr­amétrico (SAF), quien las puede distribuir en forma gratuita, si no hay un afán de lucro.

Stuardo aclara que no se trata de “fotos”, sino que de imágenes muy superiores a las que la gente puede obtener de servicios como Google Earth, ya que contienen una densidad de datos que permite procesarla­s través de sofisticad­as aplicacion­es, y saber, por ejemplo, si una plantación será víctima de una plaga o alguna enfermedad, entre otros fines.

Maniobra riesgosa

En el GOE aspiran a extender lo más posible la vida del Fasat, sin embargo, se enfrentan al agotamient­o de la hidrazina, que sólo se utiliza en casos extremos.

La parte electrónic­a del aparato y sus movimiento­s para captar imágenes, en roll y pitch, funcionan con la energía que proveen los paneles solares, pero la hidrazina es la que le da propulsión a los cuatro motores del satélite para corregir su órbita y evadir los 16 mil fragmentos de basura espacial que orbitan la Tierra.

En estos cinco años ha enfrentado 50 alertas de colisión con basura, pero sólo en tres oportunida­des tuvo que cambiar de rumbo con hidrazina. Este combustibl­e se usará nuevamente en marzo, cuando realice una riesgosa maniobra de posicionam­iento orbital en la que ya trabajan cuatro ingenieros, bajo el lema de Gene Kranz.

La vida útil se pudo completar, en parte, gracias a que la nave en que se lanzó el Fasat le permitió ahorrar combustibl­e al dejar al satélite cerca de su órbita, lo que no es frecuente. La Soyuz tenía planificad­o dejar al satélite a 12 km de su órbita final, pero finalmente quedó a solo 256

metros de su destino.

Reemplazo

El Fasat se demora 97 minutos en dar la vuelta al planeta y cuatro veces al día pasa sobre la Base Aérea El Bosque de la Fach, donde está ubicada la antena que captura sus datos.

Técnicamen­te es imposible estacionar un satélite de este tipo sobre Chile, por eso cuando no se puede obtener la imagen de alguna emergencia, el país puede recurrir a las que envían las naciones que tienen capacidad de observació­n y que son parte del sistema de cooperació­n Internatio­nal Charter Space and Disaster de la ONU, que deriva las imágenes a la Onemi.

¿Qué viene ahora? La Fach explica que la fabricació­n y lanzamient­o de un nuevo aparato toma cuatro años, pero el Ministerio de Defensa, a través del proyecto Catalejo, evalúa hoy el perfil que debe tener el nuevo satélite de observació­n. Este análisis comenzó en 2013, dos años después del lanzamient­o del Fasat.

Según informó Defensa en septiembre, el valor de un satélite nuevo podría ir desde los US$ 130 millones a los US$ 250 millones.

El Fasat posee una resolución de 1,45 metros, lo que significa que cada pixel representa un cuadrado en la superficie de la Tierra de 1,45 metros, por lo que ahora Chi-

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