¿Es necesario renovarlo?
El Fasat tuvo un costo de US$ 72 millones y su reemplazo superará los US$ 100 millones. ¿Qué hacer? ¿Renovarlo, comprar las imágenes a empresas o apostar por los nanosatélites?
Cristián Mattar, director del Laboratorio para el Análisis de la Biosfera de la U. de Chile, quien usa imágenes del Fasat, dice que éste es un hito en la historia aeroespacial chilena. “Reemplazar un programa así para comprar imágenes es retroceder”, indica.
Marcos Díaz Quezada, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la U. de Chile, quien trabaja en el proyecto del nanosatélite Suchai, señala que hay que generar un programa espacial que analice qué capacidades quiere el país y cuáles se necesitan adquirir como servicios. “Es complicado que tengamos esta conversación cada cinco años, pues no se logra crear nada, ni infraestructura, ni masa crítica, en el largo plazo”, plantea.
Una alternativa, agrega, es destinar recursos a la compra de imágenes a satélites más sofisticados. Sobre los nanosatélites, que cuestan entre 0,5 a 1,5 millones de dólares, enfatiza que no son para reemplazar la capacidad del Fasat, sino para complementarla.
“La empresa PlanetLabs, por ejemplo, está trabajando en una red de más de 60 nanosatélites a baja altura (380 km) para tener imágenes de resolución de un metro. Esta red ha costado cerca de US$ 60 millones, explica.