Condenados por casos emblemáticos piden perdón en Punta Peuco
Raúl Iturriaga, mayor (r) preso por el asesinato de Carlos Prats, participó en un inédito acto ecuménico en la cárcel. Dos sentenciados por el caso Degollados y autor del crimen de Tucapel Jimenez también dijeron estar arrepentidos.
“Siendo cabo del Ejército serví en la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (Dina). Allí cumplí órdenes militares, poniendo especial celo en su ejecución porque pensaba que tales órdenes eran legítimas, y en aras del bien superior de la Patria. Con el tiempo constaté que ello no era así (...).Creo necesario pedir ser perdonado por todos esos dolores, zozobras que produje en el cumplimiento de lo que creí era mi deber”. Con estas palabras, Basclay Zapata Reyes, condenado por el secuestro y desaparición de 23 personas en Villa Grimaldi, pidió perdón ayer en la misa de Navidad en el penal Punta Peuco.
Junto con él, otros ocho reclusos de la cárcel ubicada en la comuna de Til-Til pidieron ser perdonados por los crímenes cometidos durante el régimen militar, en una ceremonia ecuménica dirigida por el capellán de Punta Peuco, el pastor anglicano Pablo Alvarez, y los sacerdotes católicos Fernando Montes y Mariano Puga.
El acto se desarrolló en el
“Nadie pidió amnistía ni que se les rebajaran las penas, solo pidieron perdón”. patio del recinto que alberga a condenados por crímenes de lesa humanidad. Según los asistentes a la instancia, esta contó con la presencia de 120 personas, con familiares de los internos y misioneros de la iglesias católica y evangélica. La homilía estuvo a cargo del jesuita Fernando Montes y se basó en un pasaje bíblico en el que se cuenta la historia de un hombre que prometió a Jesús devolver lo defraudado al pueblo.
La ceremonia, que se realiza en Punta Peuco desde 2007 con motivo de las fies-
“Basta con esta confabulación de impunidad para estos ‘pobres’ hombres”. tas de fin de año, esta vez tenía un carácter de inédita, pues nunca antes se había manifestado el arrepentimiento de parte de los internos por los crímenes cometidos.
El acto comenzó a las 11.00. Luego de cantar y repasar capítulos de la Biblia, el primero en leer su testimonio de perdón fue Raúl Iturriaga Neumann, condenado por el asesinato de Carlos Prats.
Al que fuera director asistente de la DINA, lo siguieron los reclusos Claudio Salazar Fuentes, cabo de carabineros
“Escuché a los que sinceramente pidieron perdón. No juzgo el corazón de nadie”.
“El perdón, el sentimiento y aceptación es un acto personal, no social”.