CARRIE FISHER

Toda la galaxia se encuentra paralizada por una noticia. Mientras la saga de Star Wars celebraba ayer los buenos resultados de Rogue One, pasó algo inesperado: Carrie Fisher, la reconocida Princesa

Leia de la franquicia, sufrió lo que fue descrito por el portal TMZ como un “masivo ataque al corazón”, en el tramo final de un vuelo que la trasladaba desde Londres a Los Angeles, California. Apenas el avión aterrizó en el aeropuerto de la ciudad estadounidense, paramédicos tuvieron que aplicarle a la actriz maniobras de reanimación por 15 minutos antes de recuperar su pulso, según reportó el mismo sitio. Luego, fue trasladada al hospital de la Universidad de California, donde fue conectada a un respirador artificial.

Fisher, parte de la realeza de Hollywood al ser hija de los conocidos actores Eddie Fisher y Debbie Reynolds, saltó a la fama en 1977, cuando se estrenó la primera película de Star Wars (después renombrada Una nueva esperanza), con tan sólo 20 años. Su personaje, la Princesa Leia Organa, no sólo era la única mujer protagonista en la historia, sino que rápidamente desafió varios estereotipos de las mujeres en las cintas de aventuras, tomando un rol activo en la acción. La actriz participó en la trilogía original, y volvió a interpretar el papel el año pasado en el Episodio VII: El despertar de la Fuerza. Ya había terminado de grabar sus escenas en el Episodio VIII, que se estrena en diciembre de 2017.

Las reacciones de Hollywood no tardaron en llegar a redes sociales. “Como si el 2016 no pudiera ser peor… mando todo mi amor a Carrie Fisher”, dijo su compañero de elenco, Mark Hamill, al igual que Peter Mayhew –quien interpreta a Chewbacca-, que escribió: “Todos nuestros pensamientos y oraciones para nuestra amiga y la princesa favorita de todos”. “Ojalá se recupere pronto”, tuiteó la cuenta de Disney Lucasfilm. Al cierre de esta edición, no se tenían novedades sobre el estado de salud de Fisher.