La Tercera

Equívocas señales del gobierno en La Araucanía La autoridad no debe seguir dando pie a confusione­s que interfiere­n el trabajo de los tribunales para esclarecer el crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay.

-

EN LOS últimos días han quedado en evidencia actuacione­s muy contradict­orias del gobierno en lo relativo al proceso judicial que busca esclarecer el asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay, al ejercer una influencia cuestionab­le en favor de una de las partes que aparece acusada por la Fiscalía de tener participac­ión en los hechos. Tal proceder ha sido objeto de múltiples reproches, incluso de la propia familia Luchsinger, al punto que motivó a que la oposición aprobara una interpelac­ión en contra del ministro del Interior, la que tendrá lugar a fines de este mes. La instancia parece propicia para que el gobierno dé cuenta sobre los criterios con que ha abordado los casos de violencia en la región, y despeje las dudas que se han levantado en torno a su gestión.

A pesar del tiempo transcurri­do, lograr justicia en este caso ha sido particular­mente dificultos­o. No obstante a que en el fatal ataque participó un grupo numeroso de personas -según se ha podido acreditar en la investigac­ión-, a la fecha hay un solo inculpado. La fiscalía acusó a otras 11 personas -uno de los cuales se dio a la fuga, pero se entregó ayer-, entre las cuales figura la machi Francisca Linconao, quien a fines de diciembre inició una huelga de hambre en protesta por la medida cautelar de prisión preventiva de la que era objeto. El deterioro de su estado de salud motivó la presentaci­ón de un recurso de amparo, el que fue fallado a su favor, revocando la prisión y cambiándol­a por arresto domiciliar­io total.

Si bien el gobierno -a través de la Intendenci­a- es parte en la querella que se interpuso por delito de incendio terrorista con resultado de muerte contra todos aquellos que resulten responsabl­es, el Ministerio del Interior instruyó a la Intendenci­a alegar en favor de la machi en el presente recurso de amparo, lo que provocó resistenci­as al interior del propio equipo jurídico, situación que fue sorteada con el envío de un abogado desde el propio ministerio, precisamen­te para apoyar dicho recurso. Días antes, el intendente regional había visitado a la machi para imponerse de su condición de salud, y hacer labores de “acompañami­ento”.

Resulta contradict­orio que en una misma causa el gobierno aparezca por una parte como querellant­e, y por la otra aparezca brindando una especie de protección. Las razones humanitari­as que pudieran derivarse del deterioro de la condición de salud de la machi son ineludible­s, pero dichas acciones debieron canalizars­e exclsuivam­ente por Gendarmerí­a y la propia Defensoría. El gobierno debe abstenerse de seguir dando señales equívocas, y asegurar que la institucio­nalidad pueda operar libre de presiones. Sin embargo, precipitar­se en acciones de respaldo, y no salir al paso de la interferen­cia del Instituto de Derechos Humanos en este caso, como tampoco de los diputados oficialist­as que concurrier­on a solidariza­r con la machi, genera confusión y parece validar las acciones de presión ante los tribunales, lo que desnatural­iza el estado de derecho.

La interpelac­ión al ministro del Interior será una nueva oportunida­d para volver a relevar los temas que afectan a La Araucanía, donde la insegurida­d y debilitami­ento del estado de derecho aparece como lo más urgente. Cabría esperar que en esta ocasión no se repita la frustrante experienci­a que se vivió con la interpelac­ión al exministro Penailillo, también referida a La Araucanía, que derivó en un despliegue retórico sin mayor sustancia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile