Gobernadores regionales
Señor director:
Recientemente nos hemos enterado del interés que tienen diputados de postularse al cargo de gobernadores regionales, pero sin soltar sus respectivos escaños lo que, en chileno simple, podríamos interpretar como “no perder ni pan ni pedazo”. Lo anterior, además de hacernos cuestionar una vez más de sus reales convicciones de vocación por el servicio público nos demuestra que, a pesar de todas las señales que dan cuenta de la desafección y total desconexión con la ciudadanía, se esmeran en profundizar la crisis demostrando que solo importan sus intereses y que la gente, a fin de cuentas, termina siendo considerada solo para períodos electorales.
Cuando la denominada clase política se autoconsulta “por qué la gente no nos quiere ni nos cree” bastaría con que dejarán de mirarse el ombligo para entender que son sus propias acciones las que los condenan al escarnio público que se verá, muy probablemente, manifestado nuevamente en las urnas. a la comunidad le conviene en vez de preguntarles qué necesitan. Igualmente me llama la atención que, a estas alturas, se siga distinguiendo entre “inversión Social” e “inversión Productiva”. Cuesta entender que recién ahora algunos especialistas y ejecutivos de importantes empresas mineras vienen a descubrir que el diálogo fluido y temprano permite un mayor éxito en dicha relación. En cuanto a la necesidad de “buscar nuevas estrategias de comunicaciones con la comunidad”, todas las empresas participantes en el estudio cuentan con asesores en la llamada comunicación estratégica. ¿Y nunca se dieron cuenta?
Los problemas mencionados en dicho estudio los conoce la industria minera desde hace décadas, pero nunca les ha dado la importancia que tienen, a menos que surjan las crisis. En los tiempos de paz, estos temas son considerados gasto; en los tiempos de guerra son inversión. Está bien que, aunque sea un poco tarde, se “descubran” estas realidades. Pero no son novedosas.