PRO: una travesía por el desierto
Desde noviembre que un grupo de militantes del Partido Progresista ha ido renunciando a la colectividad de Marco Enríquez-Ominami, fenómeno que se suma al aislamiento político de la tienda y -según la última CEP- a una escasa popularidad del precandidato
SIENDO las 11.00 de ayer, cerca de una veintena de personas se congregó en las afueras del Servicio Electoral (Servel), ubicado en calle Esmeralda, en las cercanías del Parque Forestal de Santiago. El objetivo fue presentar sus renuncias a la militancia en el Partido Progresista (PRO) que lidera Marco Enríquez-Ominami, tras una serie de cuestionamientos que se podrían sintetizar en una carencia de democracia al interior de la tienda.
Realizado el trámite, el grupo leyó un comunicado profundizando en sus razones. En el texto apuntan a la estrategia que ha utilizado ME-O para enfrentar la investigación que lleva adelante el Ministerio Público por el caso SQM, causa en la que el cineasta se encuentra formalizado. “Acusamos públicamente la falta de democracia interna y la negación de los espacios de participación en que ha incurrido sistemáticamente la directiva nacional del PRO referente a temas relevantes a debatir para la construcción de un proyecto político progresista común”, dice el comunicado. “En particular, motiva nuestra renuncia la resistencia a evaluar la fracasada estrategia personal, jurídica y política que implementó la dirección del PRO entre 2015 y las elecciones de 2016”, agrega el texto.
Con esto, los otrora militantes apuntaban a una estrategia utilizada por el PRO para enfrentar las elecciones municipales: presidencializar esos comicios. El esquema no dio resultado: 3,95% de los votos en concejales y dos alcaldes electos.
El castigo electoral, según dijeron los expertos en aquella ocasión, tuvo su origen en la forma como abordó el ex diputado su vinculación al presunto financiamiento electoral irregular. Esto, además de la investigación por el uso de un avión de la empresa brasileña OAS en la campaña de 2013.
Al golpe de las municipales le siguió otra apuesta fallida: iniciar acercamientos con sectores de la Nueva Mayoría y el Frente Amplio -que aglutina a expresiones de izquierda extraoficialista, como RD y el Movimiento Autonomistacon miras a un acuerdo parlamentario. Así, el PRO mantuvo diálogos con el MAS, IC, PC y PPD, tratativas que, hasta ahora, no han tenido resultados concretos.
La respuesta del Frente Amplio, sin embargo, fue rotunda. Esto, pues desde el origen de este referente se definió que no se podía llegar a acuerdo con agrupaciones que fueran cuestionadas por el financiamiento irregular de la política ni que tuvieran nexos con grupos económicos.
Fue este escenario el que alimentó el descontento al interior del PRO. Pasadas las municipales, un grupo de militantes exigió públicamente
La Tercera