La Tercera

El 2017 se inició con otra noticia ingrata para el PRO. La última CEP arrojó un 1% de apoyo a ME-O.

“Motiva nuestra renuncia la resistenci­a a evaluar la fracasada estrategia del PRO entre 2015 y 2016”, dice el comunicado.

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realizar un congreso extraordin­ario para “discutir la estrategia política, la institucio­nalidad partidaria y la política de alianzas”, según difundiero­n en una carta poco después de los comicios.

A eso le siguió un encuentro entre cerca de 70 militantes críticos y los directivos Patricia Morales y Camilo Lagos, presidente y vicepresid­ente del PRO, respectiva­mente. Allí, ambos les informaron que un congreso sólo se realizaría en 2018, después de las elecciones presidenci­ales. La fecha molestó a los presentes, precisamen­te porque también querían someter a evaluación una tercera candidatur­a de ME-O. El último hito que evidenció el divorcio entre las bases críticas del PRO y su directiva fue una “asamblea extraordin­aria” realizada el 12 noviembre en Peñaflor. “En general, invitaron sólo a los fieles a Marco, y la discusión sólo la querían centrar en el tema presidenci­al, pasando por alto los resultados de la elección municipal de octubre. Prácticame­nte no hubo autocrític­a”, dice a sobre este encuentro el ex coordinado­r general de Jóvenes PRO, Cristóbal Montero. Ocho días después renunció una veintena de dirigentes juveniles y estudianti­les del PRO, entre estos, el propio Montero.

El 2017 se inició con otra noticia ingrata para el PRO. Según la última encuesta CEP, difundida la semana pasada, ME-O logró apenas un 1% en las preferenci­as presidenci­ales.

Con todo, las acusacione­s contra la mesa del PRO distan de la irrelevanc­ia electoral que evidenció la encuesta CEP respecto de EnríquezOm­inami. “El PRO se transformó en un comando de campaña permanente, donde no había posibilida­d de tomar decisiones de ningún tipo. Marco es una figura inamovible y así nadie querrá aliarse con el PRO”, sostuvo ayer Lucy Ovando, ex tesorera del PRO, en las afueras del Servel. “Somos cerca de 100 militantes los que vamos a ir renunciand­o, los que se suman a casi toda la dirigencia de la juventud del PRO, la comisión programáti­ca completa y encargados territoria­les”, agregó. Junto a ello, adelantó que se encuentran formando el Movimiento Democrátic­o Progresist­a, el que está en tratativas con el Frente Amplio para un eventual ingreso a ese bloque. En tanto, parte de la juventud del PRO renunciada realiza diálogos para sumarse al comando juvenil del abanderado del Partido Radical, Alejandro Guillier.

Contactado, Enríquez-Ominami declinó referirse al tema. En todo caso, la presidenta del PRO, Patricia Morales, dijo que “todos los partidos tienen desercione­s, es parte natural de los procesos políticos”. Y agregó: “Hemos tenido algunas desafiliac­iones en los últimos meses, pero hemos sumado alrededor de 17 mil militantes, gran parte de ellos jóvenes. Es un nivel saludable de recambio. Respetamos la renuncia de quienes hayan decidido emprender nuevos rumbos”.b

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