Banda fabricaba armas de alto calibre al lado de una comisaría
Grupo era liderado por ex agente de la CNI. La PDI encontró fusiles tipo M-16 y silenciadores. Autoridades informaron que se investiga el número y destino del armamento ilegal.
Fue la similitud entre algunas armas hechizas, encontradas en diversos operativos, lo que encendió las alarmas y llevó a la PDI a estampar una denuncia ante el Ministerio Público.
A partir de ese momento, el fiscal Patricio Rosas, en conjunto con la Brigada Investigadora del Crimen Organizado (Brico), inició una amplia indagatoria (en junio de 2016), que finalizó ayer con allanamientos a tres domicilios de la Región Metropolitana. En el operativo fueron detenidas cuatro personas y se incautó armamento de alto calibre, municiones y drogas, además de planos y libros para la fabricación de pertrechos.
El grupo, aparentemente, era dirigido por Aladino Pereira Olivera (62), técnico mecánico, armero y artificiero, además de ex agente de la Central Nacional de Informaciones (CNI), quien mantenía un taller clandestino detrás de la 31° Comisaría de Carabineros de San Ramón, a metros de la municipalidad de esa comuna.
Allí fabricaba revólveres, pistolas, subametralladoras, silenciadores y fusiles a pedido, los que comercializaba por montos que fluctuaban “Estamos investigando de dónde provienen estas balas, porque no todas salieron de armerías”. millones llegaba a cobrar la banda por una subametralladora con silenciador.
entre $ 3 y $ 5 millones.
Según informó la PDI, tres de los cuatro detenidos tenían antecedentes por infracción a la Ley de Armas, drogas y abuso sexual.
Uno de los puntos que llamó la atención de la policía fue que en 2008 Pereira le vendió un silenciador a José Ruz, conocido como el sicario de María del Pilar Pérez y quien cumple condena por el homicidio de Diego Schmidt-Hebbel, Francisco Zamorano y Héctor Arévalo.
Autoridades inquietas
El ministro del Interior (s), Mahmud Aleuy, elogió el operativo, pero advirtió que no fue una casualidad.
“Durante 2015, con la cooperación de la fiscalía, las policías, el Poder Judicial y la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), iniciamos una mesa de armas para realizar un diagnóstico sobre la situación, ya que el tema tiene muchos conductos irregulares y, además, es un negocio muy lucrativo, que está ligado a otros tipo de delitos, como la droga”, explicó la autoridad.
Agregó que esperaba “que con la investigación podamos establecer con nitidez el conjunto de lazos que existen en este caso”. También reconoció la preocupación ante la posibilidad de que pueda haber otros ex agentes de la CNI “involucrados en hechos similares”.
El director de la PDI, Héctor Espinosa, también advirtió que “preocupa el poder de fuego que tengan los delincuentes, y por eso hemos trabajado en conjunto con la fiscalía y la subsecretaría del Interior para sacar de la calle a una banda tan peligrosa como ésta”.
Ministerio Público
El jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur, Raúl Guzmán, aseguró que “se están llevando a cabo los levantamientos patrimoniales para dar cuenta de cuál es el producto económico que generan este tipo de ilícitos”.
El persecutor añadió que “dada la cantidad de armas (29 en total) y sus características, estaban destinadas a la comisión de delitos contra la propiedad, robos con intimidación, violencia y drogas, entre otros”.
Al igual que Aleuy y Espinosa, Guzmán reconoció estar preocupado por el destino de las armas y el origen de las municiones.
“Estamos investigando de dónde provienen estas balas, porque no todas salieron de armerías. Existe un mercado negro y hay que determinarlo, así que se va a destinar toda esta evidencia al Laboratorio de Criminalística (Lacrim), para ver si estas armas y municiones fueron usadas en la comisión de ilícitos”, subrayó.
Tres de los cuatro detenidos fueron formalizados ayer ante el 15° Juzgado de Garantía por los delitos de fabricación de armas, tenencia ilegal, tráfico de armas e infracción a la Ley de Drogas. Todos quedaron en prisión preventiva durante los 150 días fijados para la investigación.b