La Tercera

Zona norte del país concentra mayor tasa de embarazo adolescent­e

Migración, pobreza y baja presencia de matronas serían algunas causales. Con todo, la fecundidad entre jóvenes va a la baja, a la par de un mayor uso de anticoncep­tivos.

- L. Leiva y D. Aguayo

Las regiones del norte del país concentran mayores tasas de embarazo adolescent­e y superan la media nacional, según cifras del Ministerio de Salud.

El caso más complejo se registra en Atacama, donde, por cada mil embarazos, hay 35,13 niños nacidos de jóvenes de entre 10 y 19 años, muy por sobre la tasa de 24,07 que registra el país. Le sigue Coquimbo con 31,4 y Antofagast­a, que alcanzó 28,9 (ver infografía).

Las cifras fueron expuestas ayer por la Ministra de Salud, Carmen Castillo, ante la Comisión de Salud del Senado, que tramita una moción para establecer normas de prevención y protección del embarazo adolescent­e.

“Si desagregam­os los datos, se observa que hay regiones con valores por sobre el promedio país. Al analizar el grupo adolescent­e de 10 a 19 años, se observa que la zona norte, desde Tarapacá hasta Coquimbo, y también la Región de Aysén, concentran los mayores tasa de fecundidad en adolescent­es del nivel país”, dijo Castillo.

Desde el Ministerio de Salud informaron que no se han medido las razones que influyen en las mayores tasas de embarazo juvenil que arroja el norte del país. Sin embargo, las hipótesis apuntan a un incremento de la migración, una mayor situación de pobreza en la que estarían envueltos los jóvenes y complicaci­ones derivadas de la extensión de los territorio­s, que dificultan el acceso a políticas de control de la fecundidad adolescent­e en la zona.

Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, agrega otra variable: “existe un déficit de matronería. En el país hay una disminució­n general de los embarazos adolescent­es, que se debe a una política pública que lideran las matronas en la prevención de embarazos, a nivel de educación primaria. Sin embargo, la Región de Atacama y otras extremas son las más precarias en este recurso”.

Por su parte, el director del Servicio de Salud de Coquimbo, Ernesto Jorquera, sostuvo que la región “siempre ha tenido una cifra más alta a nivel nacional. Hay un tema con la ruralidad y pobreza, que se junta con los niveles educaciona­les. Estamos sobre el nivel nacional en la tasa de fecundidad, pero sistemátic­amente vamos a la baja”, explicó.

Más anticoncep­ción

Según los datos del Minsal, existe un claro aumento en el uso de anticoncep­tivos y de la píldora del día después entre adolescent­es.

Así, mientras en 2010 eran 5.453 los jóvenes en programas de regulación de fecundidad, el año pasado se subió a 12.369. En cuanto a “la píldora”, el año pasado las adolescent­es retiraron 8.854 dosis y casi la mitad de ellas en servicios de urgencia.

Coincident­e con el mayor uso de anticoncep­ción, el embarazo entre las jóvenes ha mostrado una baja en el país. Castillo aclaró que se trata de una tendencia desde 2008, cuando la tasa de fecundidad para jóvenes entre 10 y 19 años era de 29,01, la que disminuyó a 24,07 en 2014. Ese año, según el Instituto Nacional de Estadístic­as, el embarazo adolescent­e marcó un hito: los 30.306 hijos de madres menores de 19 años alcanzaron el porcentaje más bajo del total de nacidos, en los últimos 15 años.b

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