Clases no recuperadas tras paros
UN REPORTE de la Municipalidad de Santiago dio a conocer una realidad -intuida por muchos- respecto a la recuperación de clases que presentan los recintos educacionales de dicha comuna luego de los paros y tomas estudiantiles del año pasado. Si bien varios establecimientos presentan una recuperación cercana al 100%, no es claro que los contenidos hayan sido cubiertos de igual forma que si no hubiesen existido estas paralizaciones. Aún más grave es que, según el informe, ciertos establecimientos emblemáticos como el Instituto Nacional o el Internado Barros Arana recuperaron dos tercios o menos de las clases perdidas.
Esta situación explica, en parte, la persistente caída en la matrícula y el menor desempeño de establecimientos que hace pocos años eran referentes de calidad para el sistema educacional. Urge evitar que este tipo de situaciones se sigan repitiendo como ha venido sucediendo desde 2006. Para ello es necesario que tanto los municipios como el Ministerio de Educación tomen posiciones más firmes respecto a este tipo de actos. En concreto, los municipios deben evitar que las tomas se produzcan, solucionando temas menores que muchas veces son sus detonantes y, actuar rápido si éstas se producen. Por su parte, el Mineduc debe traspasar los recursos de la subvención escolar -que se entrega según cuántos alumnos asisten a clases- únicamente cuando las clases se realicen o cuando ellas sean efectivamente recuperadas. En ese sentido, la Contraloría debe fiscalizar que dichos fondos se entreguen de acuerdo a la normativa legal.
Con todo, son los propios alumnos los más perjudicados. Aspirar a la excelencia académica en circunstancias que entre 2011 y 2016 se perdió hasta un año de clases se hace imposible. Por ende, si desean manifestar sus posiciones, deben hacerlo de forma menos perjudicial para ellos y sus compañeros.