Nos queda, pues, arremangarnos e ir a una primera vuelta con Carolina Goic. Más tiempo para hacer campaña y para negociar un acuerdo parlamentario.
Así se llama esta segunda película, en medio del vértigo y el vacío imperantes en Chile y en el mundo. No somos un partido de izquierda, menos un partido de derecha. Somos la Democracia Cristiana.
A veces se gana perdiendo”, nos decía el padre Felipe Berríos, en días pasados, en el acto de lanzamiento de la Fundación Patricio Aylwin, haciéndole, de paso, un guiño al ex Presidente Lagos, quien estaba presente.
Para ser francos, ni las primarias de la Nueva Mayoría ni una candidatura presidencial en primera vuelta nos garantizan, por sí mismas, un buen resultado electoral como Democracia Cristiana. No hay nada seguro, no hay nada garantizado. Ni para la DC ni para ninguna otra fuerza política, me atrevería a decir.
Las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales se darán en el contexto de una brutal crisis de la política, que es una crisis de representación, de confianza y de credibilidad; de un sentimiento brutalmente compartido y extendido contra la política, los partidos y los parlamentarios, y contra las instituciones, públicas y privadas. Vértigo y Vacío se llama la película.
Para las fuerzas políticas de la Nueva Mayoría, incluida la Democracia Cristiana, el contexto está dado, además, por una mayoritaria desaprobación del gobierno de la Nueva Mayoría: dos tercios (y más) desaprueban nuestra gestión, y un tercio (y menos) aprueba.
Es en ese contexto que tendrán lugar las próximas elecciones.
Hay aires de renovación y de cambio, en un ambiente de brutal rechazo hacia la política y los partidos tradicionales, hacia el gobierno y la Nueva Mayoría.
¿Qué hacer?
La presidenta del PDC, senadora Carolina Goic, dio la respuesta en este mismo diario: junto con advertir sobre una “izquierdización” del escenario político, dijo tener “la convicción de que hay que competir en primera vuelta”.
A decir verdad, la izquierdización de la política viene de un poco más atrás. El “giro a la izquierda” que anunció al comienzo del gobierno el entonces presidente del PPD, senador Jaime Quintana, condujo al infantilismo progresista del primer tiempo, lo que alienó a una parte importante de los sectores medios. Luego vino la retro-excavadora, de la que todavía nos están pasando la cuenta. Ahora viene la gran confrontación electoral entre la izquierda de la Nueva Mayoría y la izquierda del Frente Amplio, mientras que el propio Guillier se ha izquierdizado al descubrir que su verdadera rival es Beatriz Sánchez, precisamente del Frente Amplio.
¿Qué tenemos que hacer los DC en ese escenario de disputa por el electorado de izquierda, entre fuerzas de izquierda? Nada, puros costos.
Eso incluye la primaria de la Nueva Mayoría: todos contra Goic, todos contra la DC, esa será la lógica. Nada que hacer, nada que ganar. Seamos claros: el escenario de la primaria de la Nueva Mayoría murió en el mismo momento en que Ricardo Lagos declinó su candidatura presidencial.
Nos queda, pues, arremangarnos e ir a una primera vuelta con Carolina Goic. Más tiempo para hacer campaña, y para negociar un acuerdo parlamentario entre las fuerzas de centro-izquierda que estén disponibles -si no hay nadie disponible, qué le vamos a hacer, iremos en una lista parlamentaria propia, con independientes-.
A los colegas y camaradas parlamentarios que buscan seguridades y garantías, y que le temen a la primera vuelta, les recuerdo que el sistema binominal terminó hace más de dos años. Ahora el escenario es de competencia electoral, en base a un sistema de representación proporcional. No hay garantías ni seguridades para nadie. Hay que competir.
Un Largo Camino se llama esta segunda película, en medio del vértigo y el vacío imperantes en Chile y en el mundo.
Invertir en identidad, de eso se trata, Desplegar nuestras propias banderas apareciendo ante el electorado como aquello que somos, y no lo que no somos. De eso se trata también. No somos un partido de izquierda, menos un partido de derecha. Somos la Democracia Cristiana.
Senador DC