Querella de Felipe Alessandri
Señor director:
El PDC celebra una encrucijada histórica. Debe decidir su participación en las elecciones presidenciales, con una gran candidata, la senadora Carolina Goic proclamada por unanimidad, frente a la opción de ir a las primarias de la Nueva Mayoría en una competencia desigual (toda la izquierda versus el PDC). Parafraseando a Gabriel García Márquez, sería la crónica de una derrota anunciada y el mero cumplimiento de una ritualidad que raya en la abdicación, propia de un partido marginal.
Me inclino por la primera vuelta con la convicción de recuperar nuestra identidad y el ethos de un partido fundado en los principios del humanismo cristiano, perfilándose como el partido que ocupa el centro político, representante de la mayoría; independientes, clases medias, trabajadores y la periferia del mundo cristiano.
El tiempo de las revoluciones terminó con el fracaso de los socialismos reales. El giro a la izquierda de la NM ha dañado al PDC, perdiendo desde el retorno a la democracia 1.200.000 votos. Dos de cada tres chilenos votaba DC: tuvimos en 1989 el 31,7% nacional, con 38 diputados, 13 senadores, 156 alcaldes y 643 concejales.
Es momento de recuperar la confianza de la ciudadanía, ofreciendo un programa que busque la senda del progreso, el fin de los abusos y la inequidad, y que se haga cargo de las aspiraciones de la ciudadanía de mejorar salud, pensiones, educación y seguridad, mediante el diálogo y la gradualidad.
Para despejar cualquier equívoco, esta opción no implica el camino propio. La política es una acción colectiva; se hace con otros para dar al país estabilidad, con gobiernos de mayoría y en el espacio natural de la centroizquierda, con acuerdo programático y parlamentario y un pacto de apoyo recíproco. Se trata de formar una nueva coalición de centroizquierda, en la que sus miembros compartan los valores inalienables de la democracia y el respeto irrestricto a los derechos humanos en toda circunstancia. Seremos libres en la medida que seamos auténticos, y hay que atreverse sin complejos. Nelson Hadad Señor director:
Sorprende que el alcalde de Santiago presente una querella por malversación de fondos de la educación en Santiago, sin hacer un mea culpa. No se trata de que no tenga derecho a hacerlo (Carolina Tohá administró muy mal el municipio), sino de que siendo concejal debió estar enterado de lo deficitario que era el funcionamiento de esa unidad.
En febrero del 2016 se le envió información sobre una denuncia ante Contraloría a la que se sumó la concejala Carolina Lavín. En esas presentaciones se informa claramente qué estaba ocurriendo. Las respuestas de Alessandri demuestran que supo pero no le dio importancia, o