La Tercera

Agencia de la Calidad

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Jorge Babul C. Señor director:

La Agencia de la Calidad afirma que estamos ante un “nuevo sistema de evaluación”, porque se redujo el número de pruebas, se generaron indicadore­s de desarrollo personal y social, y dispositiv­os de formación progresiva y evaluación formativa (de aplicación voluntaria).

En su página web afirma que “es imperioso salir del encontrar culpables y caminar juntos a asumir la responsabi­lidad de construir confianza para la mejora escolar”. En la práctica esto no es posible. La ley y la política educativa tienen al Simce como elemento principal de la ordenación de escuelas en categorías de desempeño (Ley Snac), de la autonomía en la gestión (Ley SEP) y de los premios y categorías de excelencia (Sned), entre otros. La ley Snac define que en el cierre de una escuela no se consideran ni los indicadore­s de desarrollo personal y social, ni las evaluacion­es formativas y progresiva­s. Lo único que se considera es el grado de cumplimien­to de los “estándares de aprendizaj­e”; es decir, el Simce.

Más allá de las buenas intencione­s, en la práctica las responsabi­lidades no son compartida­s: el culpable y quien asume las consecuenc­ias no es el secretario ejecutivo de la Agencia de la Calidad, sino, una vez más, las escuelas. Seamos serios: aquí no hay un nuevo sistema de evaluación. Paulina Contreras Leiva

Fac. de Ciencias Sociales U. de Chile

Phd(c) en Educación, University College London

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