El segundo año de Valdés
En unos días, Rodrigo Valdés cumplirá dos años al frente de Hacienda. Transversalmente se reconoce su capacidad para ordenar las cuentas fiscales, aunque los temas pendientes apuntan principalmente a la persistente debilidad del crecimiento. Ilustración
El próximo 11 de mayo, Rodrigo Valdés cumplirá dos años al frente del ministerio de Hacienda, al que arribó en 2015 con la misión de recuperar las confianzas con el sector privado -muy dañadas por el debate de la reforma tributaria impulsada por su antecesor, Alberto Arenas-, ordernar las cuentas públicas y liderar al equipo económico para recuperar la capacidad de crecimiento de la economía. Ninguna de estas tareas ha sido sencilla, sobre todo en los últimos 12 meses, en que el jefe de las finanzas públicas se ha involucrado en diversos debates públicos, recibiendo tanto fuego amigo como enemigo. “Algunos diputados y senadores preguntan por qué nos metemos en tanta cosa”, admitió ayer Valdés durante la cuenta pública de la cartera que presentó en Talca. Para el economista, parte más “ingrata” de ser el ministro de Hacienda es “a veces decir que no”.
11 de julio de 2016:
A solo un par de meses de comenzar su segundo año liderando Hacienda, Valdés debió asistir a la Comisión Especial Mixta de Presupuesto para actualizar las proyecciones económicas del año. Entonces, tuvo que reconocer que la proyección de crecimiento de 2,75% establecida en el erario nacional de 2016 estaba aún más lejos, ya que solo esperaban un alza del PIB de 1,75%. Finalmente, solo se alcanzó un 1,6% de avance del Producto. Hoy en día, en tanto, se espera una nueva corrección, pero esta vez para 2017, ya que la proyección del Banco Central (1%-2%) y del mercado dejan fuera de lugar la cifra de 2,25% a la que apostaba el equipo de Valdés.
De todas maneras, el presidente de Sofofa, Hermann Von Mühlenbrock, no duda en defender la labor de la autoridad económica, manifestando que “ha hecho un gran trabajo intentando equilibrar el gasto fiscal e intentando solucionar los problemas que se generaron con la reforma tributaria y laboral”.
Más crítico es Patricio Rojas, economista de Rojas&Asociados, quien remarca que el ministro “no ha tenido éxito en poder modificar el ánimo en materia de expectativas. Si bien no es solo su responsabilidad, como jefe económico tiene un rol muy relevante”.
24 de julio 2016.
El movimiento No+AFP convocó a una marcha multitudinaria a nivel nacional en rechazo al actual sistema de pensiones, lo que desencadenó un debate público que obligó al gobierno a proponer una nueva reforma estructural, no contenida en el programa. El ministerio de Hacienda se hizo cargo del proyecto, y hoy se trabaja en lo que puede considerarse el primer proyecto estructural de Valdés de su “puño y letra”, que se entregaría a mediados de este año.
30 septiembre 2016:
Ese día Valdés entregó el proyecto de Ley de Presupuesto 2017 a Osvaldo Andrade (entonces presidente de la Cámara de Diputados), una iniciativa que apuesta por un alza de 3,7%, la que más allá del debate parlamentario se aprobó sin mayores contratiempos. Con todo, Carlos Montes, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, planteó que “en crecimiento estamos al debe, podríamos haber hecho más, pero se optó por una forma de ver las cosas que llevó a reducir la inversión pública este año en 3,7%”, agregando que “a veces el ministro ha estado muy enfocado en tener las cuentas ordenadas, pero sacrificando crecimiento”.
8 de noviembre 2016:
Los mayores problemas del ministro de Hacienda comenzaron con un duro golpe proveniente de la propia coalición de gobierno.
En esta fecha, la Cámara Baja rechazó el proyecto de reajuste de remuneraciones del sector público, que proponía un incremento de 3,2%. En la instancia, Valdés rechazó la posibilidad de renunciar al cargo, mientras contara “con las confianza de la Presidenta”. Si bien logró aprobar el reajuste el 16 de noviembre, Valdés recibió insultos de parte de la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, donde lo más moderado que le espetó es que se había “entregado al empresariado”.
3 de febrero 2017
En entrevista con Radio Duna, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, calificó de “pseudo expertos” a un grupo de economistas que cuestionaron al gobierno por no “limpiar” el pago del impuesto transitorio del FUT, de los ingresos permanentes, usados para el cálculo del Balance Estructural. A este respecto, Alejandro Fernández, economista de Gemines, recalca que “los objetivos de convergencia del déficit cíclicamente ajustado no se han cumplido, o se cumplen recurriendo a algunas triquiñuelas que inflan los ingresos estructurales”.
20 de marzo
Después de recibir críticas de peso del ex presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, respecto a que tenía una “falta de autocrítica preocupante ” por las responsabilidades del gobierno en la desaceleración económica, el ministro de Hacienda le replicó que “uno de los protagonistas principales de una película no debiese ser crítico con su propia película, a no ser que sea Marlon Brando, y como todos saben, Vergara no es Marlon Brando”.
24 de marzo de 2017:
“La ministra del Trabajo de manera imprudente comunicó públicamente hoy la visión que tenemos sobre el 5%”, fue la crítica directa de Valdés a Alejandra Krauss, cuando ésta manifestó que no habría “ningún peso más a las AFP” en la propuesta de incrementar la cotización con cargo al empleador. El mandamás de Teatinos 120 pidió cuidar el lenguaje.
6 de abril de 2017:
“Que un ministro no pueda compartir con sus compatriotas en un lugar público es algo grave”, declaró Mario Fernández, ministro del Interior, después del ataque con monedas que sufrió Valdés tras reunirse a almorzar con Nelson Pizarro, presidente de Codelco, en el centro de Santiago.b