La hora de la DC
Señor director:
Eduardo Frei Montalva escribió hace años, con gran visión, que “la verdad tiene su hora”. Esta hora llegó esta semana para los demócrata cristianos y la DC. La verdad que se disputaría ahora es si la DC está dispuesta a constituirse en una fuerza política más autónoma, con su propio perfil, o si sigue la inercia de la Nueva Mayoría.
La postura de enfatizar la búsqueda del perfil propio se expresaba en llevar la candidata presidencial DC hasta la primera vuelta en noviembre. La de no arriesgar la pérdida de diputados y continuar con la actual Nueva Mayoría se expresaba en que dicha candidata participe en las primarios de junio.
Pero lo que a veces no vemos u ocultamos, es que detrás de posturas y discernimientos como éste hay personas de carne y hueso con legítimas inquietudes, temores, necesidades, intereses e ideales propios. El desafío es confiar que ellos decidan según lo que estimen mejor para Chile y no según sus intereses personales, como sería conservar cargos bien remunerados en el Estado. Aquí hay un conflicto de intereses para los militantes que son diputados y funcionarios públicos como el de Piñera entre dinero y política (o entre lucro y educación).
La Democracia Cristiana ha dado un ejemplo al país con la manera democrática, transparente y participativa en que ha organizado este proceso de decisión entre más de 900 dirigentes de base de todo el país. No pueden decir lo mismo otros partidos que intentan darnos lecciones y llegan a la ignominia de darnos un ultimátum de no ir a parlamentarias juntos si no aceptamos ir a primarias. Ellos no conocen a la DC verdadera, sino solo a una que se fue desfigurando los últimos años. Tampoco conocen su capacidad de movilizar bases y simpatizantes en