Igualdad de adultos mayores
no afectaría de manera general la capacidad productiva de las empresas, puesto que no cerrarían porque un trabajador haga uso de su feriado legal.
Los feriados oficiales que se pretenderían eliminar son el 29 de junio (San Pedro y San Pablo), el 15 de agosto (Asunción de la Virgen), el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción) y el 12 de octubre (Descubrimiento de dos mundos). Eso sí, para eliminar los tres primeros existe un requisito especial, como dicta la ley de 1915 que los aprobó: “Estas festividades relijiosas [sic] podrán ser modificadas (…) en virtud de concordato con la Santa Sede”.
Para aprobar este proyecto, no solo se necesita una mayoría en ambas cámaras, sino también el beneplácito de la Iglesia, que ojalá se acople. umbroso mensaje a la ciudadanía: todavía no va a definirse. Al no querer comprometerse con un partido, lo que nos deja entrever es que aún no conoceremos su verdadera cara, que seguirá explotando su único capital político (el silencio) y que continuaremos sin conocer sus planteamientos.
Javier Labrín Jofré
Coordinador Ejecutivo Socialcristianos por Chile
Señor director:
En mayo, cuando celebramos a los trabajadores, me parece pertinente hablar de la discriminación que afecta a personas mayores. La ley 20.935 establece que el sueldo mínimo para las personas mayores de 65 años es de $192.230, un 25% menos que el sueldo mínimo para trabajadores mayores de 18 años ($257.500). Esto fomenta una imagen negativa de la vejez pues implica que “su trabajo vale menos”.
Chile no puede permitir esta discriminación, menos ahora que hemos ratificado la Convención Interamericana de Derechos Humanos de las Personas Mayores, que establece que la ocupación de ellos debe contar con las mismas garantías, beneficios, derechos laborales y sindicales, y ser remunerado por el mismo salario aplicable a todos los trabajadores frente a iguales responsabilidades.
No poner esta discusión en la agenda es un error. Es tarea de todos promover una imagen positiva del envejecimiento, como la experiencia de las personas mayores, derribando prejuicios. Debemos abrir espacios para que los mayores que quieran seguir activos puedan hacerlo en igualdad de condiciones, en empleos dignos y con salarios ad hoc.