Los pabellones imperdibles de Venecia
Ticio Escobar (1947) hizo la advertencia apenas comenzar esta entrevista: “Siempre he tenido una pata en el arte y la otra en la política y si me invitan saben que el tema indígena también va aparecer”, dice el paraguayo recordando su postulación para ser el curador del pabellón chileno en la 57° Bienal de Venecia, encargo que terminó recibiendo de manos del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), junto al artista Bernardo Oyarzún (1963). Bajo el lema Viva Arte Viva, la cita italiana abre sus puertas el próximo 13 de mayo y allí Oyarzún y Escobar estrenarán el proyecto Werken, una instalación con 1.500 máscaras araucanas, la mayoría hecha por los propios artesanos indígenas, que se emplazarán sobre atriles, a nivel de la mirada del público, en el centro de la sala. Las rodeará una línea de letreros led donde pasarán continuamente 6.906 apellidos mapuches originales, el total de los que existen en la actualidad. Para el ministro Ernesto Ottone la obra también representa una apuesta del CNCA de “relevar desde un ámbito del Estado, una propuesta artística del pueblo mapuche en cuerpo e identidad, que significa nombrarlo y darle desde el arte y en uno de los eventos esenciales del arte internacional, el lugar identitario y original de nuestra cultura”.
Durante la dictadura de Stroessner en Paraguay, Ticio Escobar fue un militante visible que estuvo cinco veces preso por defender los derechos humanos de los pueblos indígenas. Hoy es director del Museo del Barro en Paraguay, y es considerado uno de los intelectuales más prestigiosos de Latinoamérica por sus ensayos que cruzan con gran habilidad temas políticos y culturales.
Su relación con Chile se estrechó en 2009, cuando fue elegido curador principal de la bullada y polémica Trienal de Chile, que tuvo sólo una edición, y donde conoció a fondo la escena artística local. Desde entonces quedó prendado a la obra de Bernardo Oyarzún, quien a su vez ha trabajado a partir de su origen mapuche temas como los estereotipos, la belleza, la discriminación y la identidad mestiza; reflejados en obras e instalaciones que han sido expuestas en Alemania, Colombia, Estados Unidos y Francia.
Por estos días, curador y artista, junto a un equipo de montaje, se encuentran en Venecia afinando los últimos detalles de su instalación; mientras que dos revistas especializadas, Aesthetica y Billionaire, ya destacaron el pabellón chileno dentro de los imperdibles de la bienal, junto al de Grecia, ►► A sólo una semana de que se inaugure el evento con curatoría de Christine Macel, quien seleccionó también las obras de los chilenos Enrique Ramírez y Juan Downey, las revistas especializadas hacen sus recomendaciones. Entre los pabellones nacionales que causan mayor expectativa está Gran Bretaña, con la obra de Phyllida Barlow, conocida por sus proyectos escultóricos monumentales con materiales precarios; el pabellón griego tiene a George Drivas, con una instalación EEUU y Alemania. (ver recuadro).
¿Cómo surgió Werken? Para esta convocatoria pública, sabía que quería trabajar el tema indígena que es lo mío y de inmediato pensé en Bernardo, ya que tiene la versatilidad justa para encarar temas complejos y Venecia amerita riesgos potentes. Mientras discuíamos apareció la imagen de esta multitud indígena de rostros que demanda y avanza interpelando al público. El tema apunta a la migración europea, hace un guiño a las máscaras venecianas, pero sobre todo muestra la situación de este pueblo cuyo estatus es com- visual sobre la crisis de los refugiados; de EEUU, el pintor abstracto Mark Bradford hará una instalación sobre la crisis humanitaria; Francia tendrá a 100 artistas y músicos creando una obra insitu que podrá ser vista por el público a medida que se hace; y Alemania , participa con la estrella ascendente de la performance, Anne Imhof, quien explora con coreografías la evolución del cuerpo en respuesta a la economía y la tecnología, pero que aún no revela nada sobre su obra.