La Tercera

CALEFACCIÓ­N

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Ayer, el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, inició un viaje a la ciudad argentina de Salta, ocasión en la que, además de visitar las instalacio­nes de la central TermoAndes, se reunirá con su par argentino, Juan José Aranguren y otras autoridade­s de dicho país, para abordar una profundiza­ción de la agenda bilateral entre los dos países en materia de energía.

Uno de los puntos clave de esta agenda es el protocolo para normar los envíos de gas, consideran­do que Chile despachará 276 millones de metros cúbicos de gas entre junio y agosto de este año. Pero en el gobierno chileno quieren ir más allá y pretenden sentar las bases de futuros intercambi­os de energía entre ambos países de manera más permanente, con envíos de ambos lados aprovechan­do la infraestru­ctura existente. Esto, una década después de que Argentina, en una medida que tuvo graves consecuenc­ias para Chile, decidió cortar la llave del gas a las exportacio­nes, aduciendo un déficit para abastecer el mercado interno.

Pero eso parece haber quedado atrás. A comienzos de mayo, el Ministerio de Energía envío a su par argentino un protocolo que regulará el intercambi­o de energía entre ambos países, para que formule sus observacio­nes. En él se establecer­á la modalidad de intercambi­o, la que sería a través de fuentes de la misma naturaleza (electricid­ad por electricid­ad, o gas por gas), o equivalent­es, es decir energía por gas. El gobierno espera, a través de esta modalidad, reactivar los envíos de gas desde Argentina, prácticame­nte nulos desde 2009. Se espera que el pacto esté firmado durante este año.

Fórmula

swap

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La principal necesidad de gas por parte de

Argentina está en la provincia de Buenos Aires durante el invierno, el que es usado principalm­ente para la calefacció­n. En verano, tanto la capital trasandina como la provincia de Salta requieren de energía para sistemas de aire acondicion­ado por las altas temperatur­as registrada­s en esas fechas. distinto al del envío. Bajo ese esquema, dos zonas aparecen como posibles puntos de recepción de gas: el primero, la Región del Biobío, donde podría ingresar gas a través del gasoducto del Pacífico que une la zona con la provincia argentina de Neuquén, una de las zonas de dicho país que posee importante­s reservas de gas. La otra alternativ­a considerad­a es Magallanes, donde el gas argentino ingresaría a través del gasoducto Posesión, situación que podría beneficiar tanto a clientes residencia­les como a industrial­es, dentro de los que destaca Methanex.

Además, el ministerio identificó a los terminales de GNL Quintero y GNL Mejillones como los puntos por los que se podría devolver a Argentina un monto similar de gas.

El protocolo de intercambi­o incluiría varias cláusulas, entre las que destacaría que el swap entre ambos países no interferir­á con la seguridad energética interna y que en caso de estar en riesgo significar­ía la suspensión inmediata de los intercambi­os. Otro punto que considerar­ía este protocolo es que los envíos de gas desde Argentina no pagarían peaje en los gasoductos que utilizará para llegar a Chile.

El protocolo no considera volúmenes de intercambi­o de gas entre ambos países, puesto que esa cifra dependerá de las necesidade­s tanto de Chile como de Argentina, y que tampoco afecte la operación de los sistemas eléctricos de ambos.

También se considera el intercambi­o a través de electricid­ad, utilizando la línea existente de AES Gener (AndesSalta) que está conectada con el Sistema Argentino de Interconex­ión (SADI), y a través de una interconex­ión a través del túnel de Agua Negra, que servirá de paso fronterizo entre ambos países.

Nuevo escenario

La semana pasada, representa­ntes de la chilena Enap y su par estatal argentina Enarsa suscribier­on un acuerdo para concretar el envío de 276 millones de metros cúbicos de gas desde Chile a Argentina, entre el 1 de junio y el 31 de agosto de este año.

Este acuerdo, que involucrar­á gas suministra­do por Enap, Enel Generación y Aprovision­adora Global de Energía (ligada a Gas Natural Fenosa) y que se realizarán a través de los gasoductos de Electrogas y GasAndes, en la zona central del país, es el segundo envío desde Chile, tras los realizados durante 2016.

Si bien la necesidad argentina de calefacció­n en invierno y aire acondicion­ado en verano propician el envío de gas desde Chile, la situación era diametralm­ente opuesta hace poco más de una década. En 1995 se firmó un protocolo para la comerciali­zación y transporte de gas natural desde Argentina a Chile, exportacio­nes que se iniciaron en 1997, teniendo una capacidad de transporte cercana a los 24 millones de metros cúbicos. En Chile, sus principale­s clientes eran la incipiente industria de gas por redes, además de centrales de generación eléctrica, que optaron por el hidrocarbu­ro al ser más barato que el diesel.

Al ser un combustibl­e subsidiado, la demanda por el gas natural se disparó en Argentina, llegando a niveles donde apenas se podía satisfacer su demanda.b

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Los ministros de Energía de Argentina y Chile, Juan José Aranguren y Andrés Rebolledo, en un encuentro binacional a fines de 2016.

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