Inseguridad en Valparaíso
LA CIUDAD de Valparaíso se ha visto convulsionada a raíz de una serie de tiroteos -aparentemente motivados por enfrentamientos entre bandas rivales-, sumando ocho eventos de esta naturaleza en menos de 20 días, que ya han dejado un fallecido. Estos hechos han generado una evidente preocupación, y no hacen más que sumar un elemento de inseguridad en una región que ya registra altos niveles de victimización. Según el Índice Fundación Paz Ciudadana-Adimark, Valparaíso posee una victimización en torno al 45%, superando la media del país, que llega a 43%.
Si bien es valioso que las autoridades hayan tomado medidas para reforzar la seguridad en la zona, como la constitución de un comité policial especial en Valparaíso encabezado por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy -quien anunció el nombramiento de un fiscal preferente que investigue estos casos y un plan de control de armamento en la región-, estos hechos ilustran que las políticas de prevención del delito no han ido a la velocidad esperada, pues este tipo de delincuencia -de alta peligrosidad- ha proliferado en la zona. De hecho, según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, la incautación de armas vinculadas al narcotráfico en Valparaíso ha aumentado en más de 60%, lo que si bien sugiere que ha habido mayor acción policial, también da cuenta de un aumento en la actividad delictiva.
En ese sentido, esta situación supone el desafío de implementar políticas públicas orientadas a enfrentar este problema de manera integral, adecuándose a las diferentes realidades según el tipo de delitos que en ellas se cometen. Es sabido que cuando la autoridad actúa tardíamente en materia de orden y seguridad pública, posteriormente se torna más complejo controlar la situación, tal como ya ocurre en el caso de La Araucanía.
Efectivamente en algunos casos hemos extendido las sociedades a los nietos, lo que es una acción o un concepto que es perfectamente legítimo, legal y sano”.