Hundidos en el fondo de América
► Las malas actuaciones chilenas en el extranjero ya son una tendencia. ► Entre Libertadores y Sudamericana, sólo se supera a Perú y Venezuela.
No hay caso. El fútbol chileno se mantiene en posiciones postreras dentro del concierto continental, si de clubes se refiere. Las pobres actuaciones de los representantes nacionales (salvo al- guna esporádica excepción, como Palestino el año pasado, y ésta) se transforman en una tendencia. En la Copa Libertadores no quedan chilenos, producto de las eliminaciones de Colo Colo, Unión Española, Universidad Católica y Deportes Iquique. Por su parte, en la Sudamericana sólo los árabes avanzaron de ronda, mientras que la U, Everton y O’Higgins quedaron en el camino. Allí aterriza Iquique, pero de consuelo de la competición mayor.
Pese a que en un primer momento el sorteo de la Sudamericana asomó como favorable para los chilenos, clubes de escasa resonancia sacaron del camino a ruleteros y rancagüinos. Patriotias Boyacá y Fuerza Amarilla jugaron por primera vez una competencia de la Conmebol. “Este equipo jugó dos Copas Sudamericana en años seguidos y no logramos avanzar de fase en ninguna. Nos costó mucho llegar a jugar dos copas seguidas. Nos vamos con una sensación de impotencia”, dijo el técnico de los celestes, Cristián Arán, luego de la eliminación en Guayaquil.
El balance es pobre. Revisando la representación total de los países, en las siguientes rondas de la Libertadores y Sudamericana, Chile sólo supera a Perú y a Venezuela (ver infografía). El par de naciones recién citadas ya no cuentan con ningún club en las próximas rondas. Se está a la par con Uruguay, que también tiene dos, pero la diferencia es que Nacional sigue en la Copa Libertadores, la competencia principal.
El matiz de la situación chilena es que, en estricto rigor, sólo uno clasificó: Palestino. Iquique llegó a la Sudamericana como tercero en su grupo de Libertadores.
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Una liga, en el papel, mucho menor que la chilena es la boliviana, pero en 2017 arroja un crecimiento notable, con cinco representantes, dos en la Libertadores: The Strongest y Jorge Wilstermann. “Se demostró que no solo competimos en la altura, también jugamos de visitante y que con equipos del llano clasificamos por capacidad”, afirmó el venezolano César Farías, DT de los Tigres de La Paz.
Otra tendencia que arroja el análisis dice relación con la fuerte presencia de brasileños y argentinos. Sólo en la Libertadores, 10 de 16 clubes son de alguno de esos países. En la Sudamericana, 13 de 32 (siete transandinos).
2012 es el último año en el cual el fútbol nacional se instaló en la vanguardia de Sudamérica. La U llegó a semifinales de la Libertadores, mientras que Católica hizo lo propio en la Sudamericana. Hoy, equiparar aquello parece lejano.
Las bajas actuaciones de los equipos chilenos afuera impactan, por ejemplo, en la calificación de la liga local dentro del mundo. Según el ranking de 2016 de los torneos más fuertes, elaborado por la Federación Internacional de Historia y Estadísticas, publicado el 5 de abril de este año, el campeonato chileno es el penúltimo en Sudamérica, en la 48ª posición, sólo superando al peruano (55º). El orden es el siguiente: Colombia (2º), Argentina (5º), Brasil (7º), Paraguay (17º), Ecuador (24º), Venezuela (35º), Bolivia (38º) y Uruguay (43º). Torneos de escaso peso en el orbe, como los de Chipre (16º), Túnez (23º), Azerbaiyán (33º) y Kazajistán (47º), se ubican sobre el chileno según este ranking. ●