Clínicas de Santiago registran esperas promedio de entre 2 y 5 horas para urgencias pediátricas
► Recorrido de La Tercera constató la alta demanda de atención por mayor circulación de virus respiratorios.
A las 21.15 del miércoles pasado, María Eugenia Inostroza esperaba su turno, junto a su hija de tres años, para pasar al mesón de la urgencia pediátrica de la Clínica Dávila, en Recoleta. La niña estaba con fiebre alta, congestión nasal y tos. En ese momento, el tiempo de espera para la atención de enfermedades respiratorias de baja complejidad era de entre 14 a 18 horas, por lo que se les recomendaba a los pacientes regresar solo si era realmente necesario. Ante eso, la mujer tomó a su hija y regresó a su hogar.
“Me voy, porque le hicieron un sobrecupo mañana en un centro particular. Si le sube la fiebre la calmaré yo no más, porque si estamos 14 horas acá se puede contagiar otra cosa”, dijo.
Estos son los efectos del peak de circulación de virus respiratorios en el sistema privado. Así lo constató
en un recorrido realizado las noche del miércoles y jueves. En los mesones de recepción de las urgencias se informó el mismo caso para determinar el plazo de espera: un menor de dos años con fiebre y diagnóstico de
Tercera
La
bronquitis aguda.
Esa misma jornada, la Clínica Santa María de Providencia registraba 120 minutos de demora y la Indisa, en el mismo sector, dos horas y media para recién entrar al box de evaluación. “Supuestamente éramos urgencia y prioridad, pero llevamos una hora esperando con mi hijo. Nos contaron que entraron cinco guaguas con sincicial”, dijo Eduardo Morales, desde la sala de espera de la Santa María.
En tanto, las clínicas Las Condes y Alemana, en el oriente de Santiago, registraron tiempos de entre 45 minutos y una hora.
La noche siguiente, a las 21.00 horas, en la Clínica Vespucio de La Florida los pacientes menos graves debían esperar dos horas y 40 minutos. En el centro de Marcoleta de la Red UC, en tanto, se informó una tardanza de 60 minutos. Y un poco después, en el Hospital Clínico de la U. de Chile, de Independencia, la espera era de cuatro a cinco horas. Mientras, la Clínica Bicentenario, de Estación Central, registraba una demora de cinco horas y 45 minutos para la revisión de un médico. “Llegué cerca de las ocho de la noche y sigo esperando.
“Mi hijo tiene peste, pero como no es grave quedamos en lista de espera”.
“La priorización de pacientes nos permite evitar que personas con cuadros más graves se queden sin atención”.
Mi hijo tiene peste, le tomaron la temperatura y como no es grave quedamos en lista de espera”, señaló Leyla Malugia.
Ana María Albornoz, gerente general de Clínicas de Chile, aclaró que las personas con síntomas más complejos suelen ser atendidas más rápido: “Más allá de alguna situación puntual que se pueda dar en alguna clínica, los tiempos de espera en las urgencias dependen de la gravedad de la condición de cada paciente”.
La vocera médica de Clínica
Dávila, Paula Daza, explicó que ante la alta demanda asistencial “hemos tomado una serie de medidas, como la priorización de pacientes, que nos permite evitar que personas con cuadros más graves se queden sin una atención oportuna”.
Leonardo Ristori, jefe del servicio de urgencia de clínica Indisa, señaló que la circulación simultánea de influenza y sincicial “lo enfrentamos reconvirtiendo camas y abriendo sectores nuevos para hospitalizar niños, tanto en camas básicas como críticas.
Además, se reforzó el personal de urgencia para ampliar la capacidad de atención”.
Pablo Aguilera, jefe del servicio de urgencia de la Red de Salud UC Christus explicó que, en promedio, el recinto recibe 250 pacientes al día. “Hemos tenido un aumento de un 20% en las consultas. Habitualmente nuestra demora, en baja complejidad, es de 30 minutos, pero ahora es el doble, llegando incluso a la hora y media. Sin embargo, la clave es que tenemos segmentados los flujos. El paciente de baja complejidad
va a un lugar específico de la urgencia, para verlo de manera más expedita. La hora crítica es a la hora de salida del trabajo de los papás, entre las 17.00 y 23.00 horas”, dijo.
El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, apuntó que los pacientes del sistema privado, al igual que en el público, suelen sobreutilizar las urgencias por patologías menos gravosas: “Durante la campaña de invierno invitamos a la gente a hacer un uso más racional y tratar de dividir las cosas”.b