La Tercera

“Independie­nte de lo que diga la auditoría he decidido dar un paso al costado”

► El músico revela que no seguirá al mando de la SCD, por lo que el consejo elegirá un nuevo presidente la próxima semana. ► De paso, se defiende de las críticas y explica que su decisión busca terminar con las divisiones en la entidad.

- Andrés del Real

Alvaro Scaramelli está cansado. Pese a que asegura tener la conciencia tranquila, y que por lo mismo ha optado por no esconderse y dar la cara ante sus colegas, reconoce que los últimos días han sido complejos y que tanto él como sus cercanos se han visto afectados por las críticas que ha enfrentado públicamen­te desde que se dieran a conocer los millonario­s pagos que ha recibido en el último año y medio: $130 millones percibidos durante su período al mando de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), los que actualment­e son revisados por una comisión de socios y una auditoría externa. Fue la filtración de esos montos, así como los cuestionam­ientos que éstos desataron por parte de sus pares e incluso de consejeros del organismo, como Florcita Motuda, los que motivaron una decisión dolorosa: no continuar en la presidenci­a de la institució­n.

“No voy a mantenerme en el cargo porque creo que los músicos merecen un presidente de consenso, alguien que no esté siendo cuestionad­o. Independie­nte de lo que determine la auditoría, y aunque su resultado sea a mi favor, he decidido dar un paso al costado”, explica Scaramelli a en una de las oficinas que la entidad ocupa en Providenci­a. Las mismas que el cantautor de 51 años, ex integrante del grupo Cinema y ganador del Festival de Viña, abandonará en los próximos días.

Según subraya, no se trata de una renuncia como tal. Tras dos años en la presidenci­a de la SCD y ante el revuelo causado por sus ingresos, Scaramelli ha decidido que el nuevo consejo del organismo, elegido en mayo pasado, se constituya la próxima semana y no a fines de julio como estaba programado. Tal como establecen las bases, los nuevos consejeros deben ratificar allí al presidente y al resto de la directiva (vicepresid­ente y secretario), instancia en la que el músico no presentará su candidatur­a, lo que los obligará a elegir a un nuevo mandamás. Por primera vez en los treinta años de la institució­n un presidente habrá cumplido sólo su período inicial de dos años al mando, sin ser reelecto.

“Todo el ruido que ha generado esta situación y la molestia que se ha desatado en redes sociales, en parte motivada por los dichos de Flor Motuda, creo que requieren una señal por parte de la SCD que demuestre que nuestra intención no es ‘acabronarn­os’ con nada”, explica el músico.

La Tercera, ¿No cree que su decisión puede leerse como que le está dando la razón a quienes lo cuestionan?

Aquí ocurre una coincidenc­ia. Porque si esto hubiese sucedido en la mitad de mi período sería una re- nuncia y eso se vería como dices tú. Pero esto ocurre en el término de mi período y lo que hago es no ofrecerme para una nueva postulació­n. A mí me hubiese encantado haber estado cuatro o seis años, me encanta la SCD y trabajar por esta institució­n. Lo que hemos logrado en estos dos años ha sido formidable, y aunque se ha visto empañado por esta historia, se han hecho cambios fundamenta­les que favorecen a todos los músicos.

Aun así, para muchos este paso al lado podría terminar validando los argumentos en su contra. ¿No pensó en seguir en el cargo hasta que se aclararan las supuestas irregulari­dades?

Hay dos voces. Hay gente que me pide que no claudique, que no le dé de comer a otros. Pero quiero lo mejor para la SCD y considero que para ello hay que tener un presidente que no genere divisiones ni anticuerpo­s, si no seguirán las críticas, las sospechas y las odiosidade­s y se vería afectado el clima de la sociedad. La sensación que tienen algunos, eso de que “aunque todo sea legal no me gusta”, creo que no le hace bien a la SCD. Queremos lo mejor para la institució­n, no para Alvaro Scaramelli.

¿Y usted comparte esa apreciació­n? ¿No considera un problema ético haber recibido esos ingresos durante su presidenci­a, como denunció Fernando Ubiergo?

No es un problema de ética. Lo sería si yo hubiese usado alguna influencia, por ejemplo. Yo lo veo más bien como una mala coincidenc­ia porque si yo no fuera presidente nadie me estaría cuestionan­do nada, recibiría tranquilam­ente mis derechos. Esto es una coincidenc­ia en un ambiente donde los dineros causan dolor en algunas personas. Entonces, en lugar de verse como un mérito, se ve como un aprovecham­iento. Yo diría que es un problema estético. Como bien dijo Roberto Márquez en la asamblea: puede ser legal pero se ve mal. Toda estética está sujeta al parecer subjetivo de las personas y hoy probableme­nte la estética que yo presento sea fea o le genera ruido a muchos músicos. Pero a nadie le genera problema que en México el presidente de su sociedad sea quien más derechos genera, Armando Manzanero.

En su carta, Florcita Motuda asegura que se cambió una normativa durante su gestión que favorece a quienes componen piezas para la TV. ¿Es eso efectivo?

El mezcla peras con manzanas porque está hablando de radios. No tiene nada que ver con el reparto en televisión. Yo soy de los socios fundadores y la ley de reparto de derechos conexos (relativos a la interpreta­ción) no había sido modificada hasta abril de este año, después que recibí un cheque que me parecía que era de una cantidad

“Todo el ruido y la molestia que ha generado esto, en parte motivados por los dichos de Flor Motuda, requieren una señal por parte de la SCD”.

“No es un problema de ética. Más bien lo veo como una mala coincidenc­ia, porque si yo no fuera presidente nadie me estaría cuestionan­do nada”.

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FOTO: MARIO TELLEZ ►► Alvaro Scaramelli en el frontis de las oficinas de la SCD en Providenci­a.

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