Mantener la convivencia y evitar el quiebre
“Tendría que llamar a votar por alguno. Por Piñera no voy a llamar a votar jamás. Si quieren que yo me meta y empiece a influir en el barro ajeno, creo que no es saludable. Que tengan suerte, felicitaciones a los que llegaron a las primarias”, dijo ayer el candidato presidencial del PS-PPDPR-PC-IC y MAS, Alejandro Guillier, tras participar en la marcha por el Orgullo Gay. Consultado sobre qué va a hacer hoy, respondió: “disfrutar el triunfo de Chile”. Tanto Guillier como Carolina Goic, precandidata de la DC, estarán mañana fuera del proceso eleccionario luego de que este último partido decidiera en su Junta Nacional llegar con su candidatura presidencial hasta primera vuelta.
Si no haber realizado primarias fue un “error”, como dijo ayer Guillier, o un “acierto”, dependerá mucho del resultado de hoy. De hecho, en los últimos días se ha instalado la idea de que fue una circunstancia afortunada no competir mañana, considerando lo “sangrienta” que resultó la campaña de la centroderecha.
El entramado en la Nueva Mayoría, con todo, está lejos de despejarse. Guillier aún no presenta las firmas que necesita para inscribirse formalmente como candidato presidencial y en la DC algunos temen pagar costos electorales a raíz de la baja adhesión de su abanderada. Asumida la contienda con dos cartas presidenciales en noviembre, para muchos en el bloque el desafío del oficialismo -junto con una fórmula parlamentaria que evite un fraccionamiento- es lograr amarrar antes de la primera vuelta un acuerdo de apoyo mutuo en el balotaje, lo que favorecería a Guillier; y mínimos comunes denominadores en materia programática: una chance para la DC para influir en las propuestas del guillerismo, de marcado corte progresista.
►►