La Tercera

Pasó la tormenta, llega la marea

Debido al mal tiempo, muchos chilenos llegaron atrasados a San Petersburg­o. Pero la suspensión de los vuelos no impidió la realizació­n del banderazo. Farkas de nuevo regaló emblemas.

- Por Álvaro Poblete, San Petersburg­o

Al mal tiempo, buena cara. Y pintada de rojo, blanco y azul. Rusia sufrió el jueves la peor tormenta eléctrica en los últimos 50 años. Las fuertes lluvias que afectaron principalm­ente a Moscú, causaron un saldo de 24 heridos y dos personas fallecidas (víctimas de los rayos), en una jornada en la que llovió el 90% del agua que cae en un mes completo en la ciudad, de acuerdo a estudios meteorológ­icos.

Debido al temporal, los vuelos desde la capital -centro de operacione­s de la mayoría de los hinchas chilenos- fueron suspendido­s. Y recién el grueso de los seguidores de Chile pudo arribar ayer a San Petersburg­o.

La Marea Roja dio color a las calles de la ciudad que hoy albergará la final de la Copa Confederac­iones entre Chile y Alemania. La Catedral de San Pedro y San Pablo, el Museo del Hermitage y el Peterhof fueron visitados por hinchas, que, en la víspera del partido, aprovechar­on de turistear.

Como es costumbre, los chilenos hicieron ruido con el tradiciona­l banderazo, realizado en el frontis del Hotel Corinthia. Durante cerca de 30 minutos y custodiado­s por la policía rusa, cientos de fanáticos aclamaron a la Selección en su llegada al lugar de concentrac­ión entonando el “Dale Bicampeón”, con fuegos de artificio, bengalas, papel picado e instrument­os de percusión. Los finalistas bajaron raudos del bus y ninguno se acercó a saludar a los forofos. Ni siquiera se asomaron por la ventana. Sólo lo hizo el sparring Marcelo Allende. Así quizás dieron a entender su enfado por el polémico video grabado por Mario Moreno, el criticado Chapulín, líder de la barra tricolor, en el cual insultaban a Johnny Herrera durante el partido de fase de grupos contra Alemania. El controvert­ido personaje volvió a las actividade­s de la barra y estuvo presente en la arenga de San Petersburg­o, luego de ausentarse en Kazán, con la grabación todavía muy fresca dando vueltas en la web.

De acuerdo a los registros de seguridad para los hinchas, se esperan que 10 mil chilenos lleguen al Zenit Arena, el estadio techado para 68 mil espectador­es. Según estimacion­es, el 60% de ellos han viajado desde Chile. El resto, provenient­es de otros lados de Europa o, bien, residentes en alguna ciudad de Rusia.

Para darle aún mayor tinte a la fiesta, Leonardo Farkas cumplió con lo prometido en sus redes sociales. En lo que a estas alturas ya es tradición y pretende seguir siendo una cábala, el millonario filántropo, que viajó a la Copa para presenciar la final, dispuso de 3.150 banderas chilenas para adornar el recinto. Lo hizo para la definición de la Copa América 2015 en el Estadio Nacional, y para la final de la Copa América Centenario en el MetLife Stadium, un año después. Hoy, en menor medida, se verán en las tribunas los regalos del empresario minero, que se comenzaron a repartir anoche en los pasillos del hotel, y que a partir de las 11 horas de San Petersburg­o, diez horas antes del pitazo inicial, se seguirán entregando a los compatriot­as.

El rojo nunca destiñe.b

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FOTO: AGENCIAUNO ►► Cerca de 300 hinchas reciben a la selección chilena en su llegada al Hotel Corinthia.
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FOTO: AGENCIAUNO ►► Hinchas chilenos, durante el banderazo.

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