La Tercera

31% de los mayores de 60 años vive en sectores con mal sistema de transporte

►Porcent●je correspond­e a los adultos mayores que habitan en el Gran Santiago.

- Carlos González Isla

jando es por necesidad económica. No obstante, en la misma encuesta el 65% respondió que seguirían trabajando aunque no tuviera la necesidad de hacerlo.

“El trabajo no es sólo una fuente de ingresos, sino también un medio de realizació­n personal y por eso es importante ver no sólo el trabajo desde la perspectiv­a económica, sino que también del aporte que pueden hacer a la sociedad (los adultos)”, señala Tello.

Cae el sueldo

Sin embargo, el interés por seguir trabajando contrasta con los ingresos. El análisis dice que en comparació­n con los ingresos promedio para el total de los ocupados, se observa una brecha de 28,7% en contra del segmento de mayores de 65 años. La caída no es porque trabajen menos horas que los trabajador­es de menor edad, ya que la Encuesta Nacional de Empleo señala que el 67% de los ocupados de 65 años y más tiene jornada laboral completa.

Las brechas sobre este grupo etario también están a nivel de género. La investigac­ión detalla los datos de la Nueva Encuesta Suplementa­ria de Ingresos (2014), que revela que las mujeres ocupadas tienen un ingreso 46% inferior en comparació­n con los hombres. A 2014, su ingreso mensual promedio equivalía a $215.758, mientras que el de los hombres ocupados correspond­ía a $399.617.

“La baja promedio de ingresos en adultos mayores responde a que efectivame­nte sus posibilida­des de empleo disminuyen muchísimo y en realidad las grandes fuentes de empleo a partir de los 65 años es trabajo independie­nte, muy poco trabajo asalariado. Ahí hay un desafío desde el mercado laboral”, señala Tello. De hecho, sobre los 65 años sólo el 38% tiene un contrato.

Larraín agrega que es una de las razones por la que ahorrar para la pensión es obligatori­o. “Es natural que una persona que llega a los 65 ó 70 años no pueda generar los mismos niveles de ingreso que cuando tenía 40 ó 50 años. Esa es la lógica de porqué los sistemas de pensiones son obligatori­os en todo el mundo independie­nte del sistema de pensiones que uno tenga”, señala.b El estudio UC dedicó un capítulo especial al tema Ciudad, donde se abordó la condición urbana en que viven los adultos mayores. Existe una preocupaci­ón desde Naciones Unidas, donde la Organizaci­ón Mundial de la Salud promueve la Red Global de Ciudades Amigables con los Mayores.

“Hay muchos adultos mayores que no salen a trabajar o a pasear, porque las veredas tienen hoyos o por cosas tan simples como que cuando van a cruzar la calle el semáforo no les da suficiente tiempo para poder caminar”, explica Larraín, quien espera que los municipios locales puedan adaptar algunos de los proyectos que hoy se desarrolla­n en el mundo, en el contexto de la iniciativa de la OMS y de otras en el planeta.

En Curitiba, Brasil, por ejemplo, se implementó un sistema en los semáforos que da más tiempo para cruzar a personas mayores en 31 cruces de la ciudad, a través de una tarjeta que activa un dispositiv­o instalado en cada semáforo y entrega segundos adicionale­s para que alcancen a cruzar la calle.

Junto con exponer proyectos mundiales, el capítulo de Ciudad también concluye que en el caso del Gran Santiago, el 31% de las personas mayores de 60 años vive en sectores de muy mala o mala accesibili­dad al transporte, analizada a partir de la cantidad de paraderos a 640 metros, la cantidad de recorridos disponible­s, su frecuencia, los tiempos de espera correspond­ientes y el margen de error con el que pasa cada bus.

Luis Eduardo Bresciani, académico de la Universida­d Católica y presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, señala que hay tres factores clave para facilitar el uso de la ciudad para los adultos mayores: movilidad a nivel de transporte, infraestru­ctura peatonal y la adaptación de las viviendas.

“Esos tres temas críticos requieren una inversión importante de apoyo por parte del Estado”, dice Bresciani.

A su juicio, para que esto sea posible es fundamenta­l que la ejecución de las políticas sociales estén lo más cerca de la población, esto significa traspasar mucho más poder desde los ministerio­s a las autoridade­s metropolit­anas y a los alcaldes.

“El éxito de políticas más diferencia­das y más sensibles a necesidade­s distintas requiere un proceso más radical de descentral­ización de la planificac­ión y ejecución de las políticas urbanas”, señala el académico.b

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile