200 años de Jane Austen,la escritora que el tiempo valoró
Hoy se cumplen dos siglos de la muerte de la escritora británica y una biografía rescata su perfil antisistémico. Resistida por varios autores en su momento, el tiempo y el cine la pusieron en su lugar.
A Jane Austen le venían bien la primavera, el sol, los prados verdes y las sombrillas. Aquellas salidas dominicales donde se consagran los romances de Marianne Dashwood y John Willoughby en Sensatez y sentimientos o de Anne Elliot y el capitán Wentworth en Persuasión, suceden en tardes soleadas de mediados de año boreal. Fue precisamente bajo aquellas condiciones climáticas que en el año 1817 decidió tomarse un descanso en la localidad de Winchester: era primavera, la fatiga arreciaba más que nunca y dejó su novela Sanditon anclada al capítulo 12. Cuatro meses más tarde, en un caluroso 18 de julio, moría víctima de una extraña enfermedad hormonal que le cambió el color de la piel, la dejó en los huesos y no quiso que pasara de los de 41 años.
Cuando la autora británica Jane Austen dejó este mundo, aún vivían sus grandes compatriotas y heroicos poetas románticos George Byron, Percy Shelley y John Keats, que por cierto nunca tuvieron demasiada conexión con ella. Treinta años después, en 1847, Charlotte Brontë publicaba Cumbres borrascosas y declaraba que no entendía el interés que despertaban las historias de Austen, a las que calificaba peyorativamente de “jardines bellos, cultivados y aseados”. Casi al final del siglo XIX, el autor estadounidense Henry James la describía con cierta indulgencia, también recurriendo a términos botánicos, como “un zorzal que cuenta su historia desde la rama de su jardín”.
A 200 años de su muerte, el rating crítico de la novelista británica na-