Tensión y duelo durante la fiesta nacional de España
En plena crisis catalana, decenas de miles de personas marcharon ayer a favor de la unidad de España en Barcelona con motivo de la fiesta nacional, teñida de luto por el accidente de un avión militar tras los festejos de Madrid.
Banderas españolas proliferaron por todo el país, desde la capital hasta Barcelona, donde unas 65.000 personas, según la policía municipal, participaron en una marcha llena de mensajes hostiles a los dirigentes independentistas de la región.
“Queremos reivindicar el otro bando, que se oiga que hay mucha gente en Cataluña que no está a favor de la independencia”, aseguró a France Presse Juan Jiménez, trabajador de una fábrica de automóviles, de 26 años.
“Puigdemont a prisión”, gritaron muchos en referencia al presidente catalán que amenaza con proclamar una República independiente en esta región de 7,5 millones de habitantes con un 19% del PIB español y amplias cotas de autogobierno.
Esta autonomía, apreciada por una gran parte de los catalanes, corre peligro tras el ultimátum lanzado por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, a Carles Puigdemont para que clarifique si declaró o no la independencia. El líder catalán tiene plazo hasta el lunes. Si no contesta o responde afirmativamente, tendrá hasta el jueves 19 de octubre para rectificar antes de que Madrid tome el control de la región a través del artículo 155 de la Constitución española.
La medida sería inaudita desde la restauración democrática en España y podría acarrear fuertes protestas en Cataluña.
Rajoy dispone del apoyo de una mayoría del arco parlamentario, especialmente del líder de la oposición, el Partido Socialista, que también consiguió arrancar un compromiso de los conservadores para estudiar una reforma constitucional que mejore las relaciones con esta región.b